Imagínese por un momento cómo era Manizales y el nuevo departamento de Caldas en los primeros años del siglo XX: aún estaban en furor la arriería, la hegemonía conservadora, los embates de la guerra de los mil días y la pérdida insulsa de Panamá.  En ese desafiante contexto, apareció Aparicio, un analfabeto y humilde campesino procedente de Palestina (Caldas) quien, al llegar a Manizales, contribuyó a perpetuar la frase de los nacidos sin patrimonio y sin familia de rancio abolengo: “y ahora qué me pongo a hacer”.

Rebuscador, leñero, carnicero, solidario, poeta, rezandero, sibarita, empresario, liberal y taurino encontró en la muerte su forma de vida: Funeraria La Equitativa, Cultural y Deportiva. La Cátedra de Historia Regional de Manizales y Caldas, en su novena versión anual, decidió honrar la memoria de Aparicio Díaz Cabal, sin duda un justo reconocimiento a este singular ciudadano que se hizo leyenda en la ciudad.

Es un acierto que la academia, el sector productivo y las entidades públicas del sector cultura tanto nacional como local se vuelquen y se unan, como debe ser, en la preservación y diálogo que sobre la memoria y la historia han caracterizado el territorio de Manizales y Caldas. En días pasados un distinguido profesor de la UTP me comentaba que le había llamado mucho la atención que en Manizales se promocionara la historia regional a través de vallas y pasavías, como si se tratara de un producto comercial, que se trataba de un fenómeno completamente novedoso.

Al revisar la agenda de La Cátedra que va de agosto a noviembre, sobresalen un sinnúmero de novedosos temas y reconocidos sabedores e investigadores que deben concitar el interés de la ciudadanía, como por ejemplo los 150 años que han transcurrido desde la creación de El Ruiz, primer periódico imparcial de Manizales, iniciativa del abejorraleño Alejandro Restrepo Restrepo; cómo la prensa nacional y local dieron cubrimiento a la guerra civil española; el surgimiento de las iglesias evangélicas en Manizales; las migraciones internas de la ciudad; una génesis sobre la obra de José Eustasio Rivera y sus incidencias literarias en Manizales; a propósito del Paisaje Cultural Cafetero, una maravillosa investigación sobre su arquitectura vernácula; la historia del tránsito en la ciudad; la historia y la cultura de Caldas a través de las emociones; cómo se concibió la reconstrucción de Manizales después de los incendios.

A propósito de efemérides, los 80 años de creación de la Chec y los 70 años de iniciación de la temporada taurina de Manizales. Por supuesto que se hablará de la vida y obra de Aparicio y como ha sido usual en La Cátedra, dicho proyecto informa que hará presencia en los municipios de Anserma y Aguadas, regiones de especial interés en materia de desarrollo de la Universidad de Caldas. Si quiere asistir inscríbase en www.piedramani.com 

CAMPAÑA: La mayoría de los planes de desarrollo de los municipios de Caldas no contemplaron el estudio de la historia local, ni la preservación de sus memorias.