Manizales, como cualquier otra, se encuentra inmersa en una compleja red de estadísticas y mediciones que pintan un retrato diverso de su realidad social, económica y cultural. Desde los índices de pobreza hasta las percepciones sobre la seguridad y la calidad de vida, cada número refleja una faceta distinta de la experiencia de sus habitantes. Al observar los datos proporcionados por fuentes oficiales es innegable que Manizales enfrenta desafíos significativos, como los niveles de pobreza monetaria que requieren atención. Por ejemplo, durante 2022 cerca de 93 mil personas se encontraban en situación de pobreza monetaria, es decir, disponían de un máximo de $458.430 al mes para sus gastos. Esto significa que no tenían ingresos suficientes para adquirir la canasta básica de alimentos necesarios para subsistir. Además, se observaron tasas de suicidio y violencia intrafamiliar que demandaban atención urgente. En 2023 la tasa de suicidios fue de 8 por cada 100.000 habitantes, lo que representa un aumento del 6,7% en comparación con el año anterior. Sin embargo, también encontramos destellos de esperanza, como la sensación de seguridad reportada en la Encuesta de Percepción Ciudadana de Manizales, que no ha descendido desde 2020 y una tasa de homicidios que es la más baja entre todas las ciudades capitales del país.
Estos datos son más que simples cifras, son indicadores de las condiciones de vida de miles de personas y de los obstáculos que enfrentan en su búsqueda de bienestar y prosperidad. Pero más allá de ser un diagnóstico de los problemas presentes, estos números deben ser vistos como un llamado a la acción, una invitación a construir un futuro mejor para Manizales. En este sentido, es fundamental que las autoridades, tanto públicas como privadas, trabajen de manera colaborativa y estratégica para abordar los desafíos identificados y capitalizar las fortalezas de la ciudad. La competitividad de una ciudad no solo se mide en términos económicos, sino también en la calidad de vida que ofrece a sus habitantes. La transparencia, la eficiencia en la gestión pública y la participación ciudadana son pilares clave para sentar las bases de un desarrollo sostenible y equitativo. Es necesario promover un ambiente propicio para el emprendimiento y la innovación, garantizando que todas las voces sean escuchadas y que los recursos se asignen de manera justa y eficiente.
Manizales tiene el potencial de convertirse en un ejemplo de ciudad modelo, donde la creatividad y la innovación se unen para generar oportunidades para todos. Pero para lograrlo, es imperativo que se priorice la planificación estratégica y se trabaje en conjunto para superar los desafíos que enfrenta la comunidad. Por ello, Manizales Cómo Vamos entregó el pasado 23 de febrero un documento con recomendaciones para la construcción del nuevo Plan de Desarrollo Municipal a la Secretaría de Planeación de Manizales. Este trabajo fue realizado con nuestros socios y aliados estratégicos, priorizando indicadores que se basan en los pilares del Plan de Gobierno de Jorge Eduardo Rojas.