La seguridad es una preocupación constante en cualquier ciudad y Manizales no es la excepción. Analizando varios indicadores asociados, se puede obtener una visión más completa de la situación actual y reflexionar sobre los desafíos y progresos en esta área. Manizales ha mostrado una tendencia positiva en cuanto a la reducción de homicidios, con una tasa de 8,8 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2023, situándose en la penúltima posición entre las 23 principales ciudades del país.
Esta disminución es significativa, siendo la menor desde el 2015. Sin embargo, esta mejora en los homicidios contrasta con otros tipos de violencia que persisten o incluso aumentan, indicando que la seguridad no es un fenómeno unidimensional. Por ejemplo, la violencia interpersonal ha experimentado cambios preocupantes. Después de una notable reducción para 2020 y 2021 (un tanto asociada a la pandemia), los casos han vuelto a aumentar, alcanzando 804 en 2023. Aunque estos números son menores que los picos de más de 1.200 casos a mediados de la década pasada, el incremento reciente sugiere que estamos frente a un problema subyacente que no se ha resuelto del todo. ¿Qué factores están impulsando este repunte en la violencia interpersonal? ¿Es posible que la disminución en homicidios esté escondiendo un problema más profundo de agresividad y conflicto en las comunidades?
La situación se complica aún más al observar los casos de presunto delito sexual y violencia intrafamiliar. Con 55 casos de presunto delito sexual por cada 100.000 habitantes, Manizales ocupa una posición preocupante en el país. Los números no han mostrado una tendencia clara de mejora a lo largo de los años, lo que indica una persistencia del problema. La violencia intrafamiliar, por otro lado, ha aumentado de manera significativa en los últimos años, pasando de 303 casos en 2022 a 415 en 2023. Estos dos tipos de violencia afectan directamente y con más fuerza a dos grupos: mujeres y niños. ¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger a estas víctimas? ¿Cómo podemos mejorar los mecanismos de denuncia y apoyo para quienes sufren estos delitos?
El tema con los desaparecidos también requiere atención. Aunque el número de casos ha disminuido desde 2017, cuando se reportaron 309 desaparecidos, los 75 casos en 2023 todavía representan una cifra significativa. La disminución es un avance, pero ¿qué estamos haciendo para asegurar que esta tendencia continúe? ¿Qué estrategias estamos implementando para prevenir la desaparición de personas y para mejorar la búsqueda y rescate?
Este panorama de seguridad en Manizales nos deja con una mezcla de logros y desafíos. La reducción en la tasa de homicidios es un éxito que debe ser reconocido, pero no podemos ignorar los aumentos en otros tipos de violencia. La seguridad no solo se mide en la ausencia de homicidios, sino también en la ausencia de miedo y violencia en todas sus formas. Las cifras sobre violencia interpersonal, delitos sexuales y violencia intrafamiliar indican que muchos habitantes de Manizales todavía viven en situaciones de riesgo y vulnerabilidad.
¿Estamos adoptando un enfoque integral para abordar la seguridad en nuestra ciudad? ¿Estamos atendiendo no solo los síntomas más visibles, como los homicidios, sino también las raíces más profundas de la violencia y la inseguridad? ¿Qué más podemos hacer como sociedad para mejorar la seguridad en Manizales? El camino hacia una ciudad más segura requiere un compromiso continuo y una acción colectiva.