El Parque Nacional de Los Nevados declarado parte integrante del Sistema Nacional de Áreas Protegidas en 1974, con el fin de contribuir a la conservación de este ecosistema estratégico e importante como reserva biológica y de agua, aunque su denominación lo equipare con un terreno yermo, raso, desabrigado y desamparado, en lo único que el sentido de esta palabra acierta es en el carácter extremadamente frío del lugar, toda vez que por estar pleno de vegetación y fauna -tal cual lo reseñó Alexánder von Humboldt quien hizo su primera descripción en 1801 con sus dinámicas biofísicas desde el paisaje amplio y montañoso aporta grandes beneficios ecosistémicos para nuestra región por los servicios ambientales recibidos.
No obstante, la figura de PNN sólo ampara el 42% del páramo existente en el lugar, por cubrir oficialmente apenas 53.800 ha. –o 61 mil ha. 
según PN- beneficiando la región central de Los Andes más septentrionales de Colombia por estar ubicadas en jurisdicción de los municipios de Villa María (Caldas), Salento (Quindío), Pereira y Santa Rosa de Cabal (Risaralda), Ibagué, Anzoátegui, Santa Isabel, Murillo, Villahermosa, Casabianca y Herveo (Tolima), razón por la cual se requiriere amparar todo el complejo con sus ecosistemas de súper-paramo y páramo, e incluso los humedales alto andinos, máxime cuando el creciente cambio climático arrasa los glaciares de sus altas cumbres.
Allí, entre fuentes termales y glaciares que se extinguen, encontramos los estratovolcanes del segmento más septentrional de los Andes, así:
el Nevado del Ruiz, un volcán en actividad que se encuentra al norte, y hacia el sur tras la Laguna Verde, el Paramillo del Cisne-Morronegro y el Nevado de Santa Isabel con la Laguna del Otún; y virando hacia el este, el Nevado del Tolima con su cono truncado de andesita, mientras que al poniente estará el Paramillo del Quindío. Súmense que desde estos lugares drenan los ríos Gualí, Lagunillas, Recio, Totarito, Azul, Combeima, Quindío, Otún, Campo Alegre y Molinos, entre otros de vertientes distintas que bañan las tierras de la Ecorregión Cafetera.
Este PNN con una altitud comprendida entre 2.600 y 5.300 msnm y una precipitación anual asimétrica que varía desde 2.000 a 2500 mm por la vertiente del Cauca y desde 1.000 a 1.250 por la Magdalenense, comprende ecosistemas de súper-páramo, páramo y humedales altoandinos. Además de su paisaje nival y valles glaciares, y de la presencia del cóndor de los Andes, cuenta con una variada fauna: danta, oso de anteojos, venado, conejo y de cola blanca, tigrillo y puma, y aves como colibríes, pavas, mirlas, águilas, loros y tucanes, los que tienen como hábitat: extensos frailejonales, pajonales y vegetación achaparrada de páramo (3.500-4.800 msnm), y bosques andinos (2.400 a 3.400 msnm) reconocidos como santuarios de la palma de cera.
La Corte Suprema de Justicia ratificó una orden del Tribunal de Ibagué, que declara al Parque Nacional Natural de Los Nevados en 2020 sujeto de derechos bioculturales, al aceptar la tutela presentada donde se consideró el alto riesgo en que se encuentran sus ecosistemas por la amenaza antrópica, ordenando acciones para proteger integralmente el territorio. E igualmente fijó un plazo perentorio de un año para que las autoridades competentes pongan en marcha un Plan Conjunto de Recuperación, Manejo, Mantenimiento y Conservación, razón por la cual reclamamos la extensión de la figura de PNN a todo el páramo del lugar.
Aunque en el mundo solo existen páramos en regiones tropicales, caso Centro América, África Oriental y Nueva Guinea, y el de los Andes de Sudamérica que es el más conocido y donde se destaca Sumapaz, que con 333.420 hectáreas lo hacen el más extenso a nivel mundial, y es una de las fuentes hídricas más importantes del país. No obstante en Colombia donde la amenaza para estos frágiles ecosistemas pasa por los impactos del cambio climático, también amenazan la minería y la actividad agrícola y ganadera, poniendo en severo riesgo el agua, sus ecosistemas y el paisaje natural caracterizado por el predominio de vegetación tipo arbustiva, biogeográficamente clasificada como pradera y matorral de montaña, caso PNN de Los Nevados denominado así porque al momento de su declaratoria contaba con tres de los glaciares del país.