La Comuna Palogrande conformada por 14 barrios que limitan con las comunas Tesorito, Estación, Nuevo Horizonte, La Fuente, Ecoturístico Cerro de Oro y Universitaria, actualmente posee 33.170 habitantes, equivalentes al 7,3% de los 454.077 que tiene Manizales. Si la quinta parte de su población es mayor de 60 años, mientras la relación de dependencia en la comuna llega a 29,8 por el número de personas inactivas que debían ser solventadas económicamente por las personas activas, en el municipio la cuantía es de 43,6.
Entre las obras notables del sector, si ayer sobresalieron el asilo ya demolido y al frente de este la Estación La Camelia del Cable Aéreo, además del hipódromo donde ahora está ubicado el Estadio Palogrande, con el Plan Maestro (1942) formulado de cara al centenario de la ciudad (1949), se construyen la Escuela Normal Superior de Manizales y la Paralela Sur, y más adelante los barrios Estrella y Belén (1954) con tramas del trazado urbano que se ajustaron mejor a las curvas de nivel, en lugar de la tradicional retícula ortogonal.
En la década de 1960, cuando los rellenos hidráulicos característicos de la ciudad se intensifican con cortes ejecutados con excavadoras mecánicas que se complementan con llenos compactados, aunque en 1968 se crea la Oficina de Planeación Municipal y en 1970 se formula el llamado Plan 70 para Manizales, se urbaniza la cuenca alta y media de la quebrada La Camelia, permitiendo los desarrollos urbanos que durante las siguientes décadas dan origen a los barrios que hoy conforman la zona Sur-Oriental de la comuna.
Si para esta ciudad cuya apuesta a futuro es la de Ciudad Universitaria, en la estructura económica casi ¼ parte corresponde a actividades secundarias -principalmente industria manufacturera-, y ¾ partes del PIB están representadas por actividades terciarias, mientras el principal sector industrial aparece al oriente en la quebrada Manizales, así como el Centro Histórico es el referente de las funciones comerciales de la ciudad, la Comuna Palogrande es el nodo del sector servicios.
Mientras en Manizales las actividades financieras y de servicios a las empresas se concentran en el Centro de la ciudad, entre los sectores establecidos entre Versalles y El Cable, se localizan la mayoría de entidades relacionadas con servicios de salud e importantes instituciones educativas, y de otros fines o usos institucionales privados, sobre todo en la zona de El Cable, que es el límite entre barrios como Palogrande, La Estrella, Laureles, La Rambla y Guayacanes.
Allí sobresalen: en La Camelia, el Batallón Ayacucho; en La Estrella, la Parroquia de los Dolores; en Palogrande, el Estadio y las universidades Nacional y de Caldas; en La Rambla, la Universidad Católica; en Laureles, la Fundación Universitaria Luis Amigó, el Instituto técnico San Rafael y Cable Plaza; en Los Rosales, la Universidad de Caldas sede Palogrande; en Sancancio, la Clínica Siquiátrica San Juan de Dios y el Cerro Sancancio; y en Guayacanes, el Centro Comercial Sancancio y la Escuela de Arquitectura U.N.
Pero el territorio comunal, a juicio de quienes ahora promovemos un Cabildo Abierto, debe reflexionarse y repensarse para resolver las preocupantes dinámicas urbanas y falencias ambientales que igualmente afectan la ciudad, dado el desarrollo de la jungla de concreto que ha surgido en lugar de alternativas verdes que permitan resolver su déficit ambiental, razón por la cual se propone un biocorredor entre El Jardín Botánico, El Cerro Sancancio y el Batallón, si se recuperan las cuencas bajas de las quebradas San Luis y Palermo, e incorporan las 48 hectáreas del Batallón Ayacucho, para aportarle a la ciudad más espacio público efectivo y verde.
Esta propuesta que reduciría un déficit del 50% en espacio público, y que haría lo propio en espacios verde y árboles donde satisfacemos apenas el 30% de los estándares internacionales, contempla que en las seis hectáreas de las instalaciones del Ayacucho donde no hay tropa, con el concurso de la academia y el Sena, se destinen a programas para cerrar brechas sociales y económicas en beneficio de los pobres rurales y urbanos de comunas y corregimientos de Manizales, capacitándolos en artes y oficios, con ecoturismo, gastronomía, artesanías y otras competencias blandas, que les permita acceder a la sociedad del conocimiento.