Cuando te sientas dentro de un agujero negro, apela a tu energía interior y recuerda que Dios está contigo.
Si lo invocas con fe, sientes su amor, pero él no va a hacer por ti un trabajo interno que te corresponde.
Necesitas relajarte, calmarte, meditar e identificar las razones de tu ansiedad, tu depresión, tu desasosiego o tus males. Si lo haces, entonces sabes que te ayuda buscar qué acciones realizar para conectarte con lo positivo.
¡Qué falla! Lo habitual es dejar que el vaso se llene, en lugar de actuar tan pronto el ánimo comienza a decaer.
El humano en su inconsciencia permite que una chispa genere un incendio en su vida. Es reactivo y no proactivo.
Cuando el amor y la fe son tus apoyos siempre hay salidas, pero necesitas actuar, amarte, amar, confiar y perseverar.
Dios acaso te susurra: “Hij@, creo en ti y dices que crees y me amas en mí, pero tu amor y tu fe son frágiles. Ámate, ama y confía”.
@gonzalogallog