Es fácil caer en la trampa de valorar sólo lo que ves como grandioso, y perderte el encanto de las cosas pequeñas.
La vida está llena de maravillas, y la felicidad no solo se disfruta con lo más aparente.
Es una falla estar buscando solo lo que en la sabiduría china llaman “la gran felicidad”.
Imagina cuánto mejoran tus relaciones si te dedicas a reconocer lo bueno que hacen los otros.
El humano tiende a ser muy proclive a prestar atención a lo que no le gusta y está mal.
Es común que un jefe llame a su oficina a un empleado solo para criticar algo negativo.
Entonces todos se ponen mal o se amedrentan cuándo les dicen: “Vaya que el jefe lo necesita”.
Aprecia y agradece los detalles. No des por sentado lo que los otros hacen.
@gonzalogallog