En la reciente película “El exorcista del Papa” el gran actor es Russell Crowe. Ganó el Óscar por el filme “Gladiador”.
Se basa en los supuestos encuentros con el demonio, del sacerdote italiano Gabriele Amorth.
Afirmó haber realizado más de 60.000 ritos de exorcismo. Escribió “El último exorcista”. Comparó el ritual con “una ardua batalla” al ayudar a los poseídos con aceite sagrado y oración.
Toda creencia se respeta, pero no existe ningún diablo y es funesto tomar un exorcismo como una batalla. Lo que se llama posesión del diablo es un alma que no ha trascendido y, claro, pelea, si le dan batalla. En lugar de pelear se le ayuda con amor a seguir su camino y, es cierto, a veces, no es fácil.
Un alma de baja evolución se resiste e intenta asustar, pero si no le peleas, se calma y parte. No veré ese film de morbo.
@gonzalogallog