Examina la vida en profundidad y verás claro que hay cuotas de dolor necesarias en la vida para aprender algo.
El dolor purifica si se acepta con fortaleza como una vivencia de purificación y de evolución espiritual.
El dolor permite que tu espiritualidad se desarrolle y valores la paz interior para aliviarlo y superarlo.
Si todo fluyera fácil el ser humano no valoraría nada o se instalaría en el sofá de la indiferencia y la comodidad.
La tensión entre la luz y la sombra es necesaria y los seres humanos aprenden por contraste.
Claro que muchos dolores son evitables y brotan del mal uso de la libertad humana, no de un plan divino.
Cuando fluyes en el amor hay pruebas y obstáculos, pero nunca te hunden, antes bien creces con ellos.
Mira bien y reconoce que tus mayores conquistas son el fruto de enfrentar la adversidad con fe y coraje.
@gonzalogallog