Hay creencias que marcan la posibilidad de una experiencia: “es posible que...”, “no es posible...”.
Son las que nos abren o cierran las puertas a que algo suceda y lo podamos concretar.
Las creencias de merecimiento tienen que ver con darte derecho o no a disfrutar algo.
Decretas “yo me merezco…” o “yo no me merezco…”.
Merecer puede estar asociado a la moral: “No lo merezco por actuar mal”, o lo asocias al esfuerzo: “Uy, trabajé duro y me gané un reposo”.
Eleva tu amor propio y aprende a recibir: “me merezco ser feliz”, “me merezco a mis hijos”.
Escribe una propia lista para hacer cambios de entre 3 a 5 creencias sociales o religiosas.
Hazlo en estos tres campos: personal, relacional y profesional, y asume compromisos.
@gonzalogallog