Una fábula persa cuenta la historia del león que cierto día se burló del tamaño de un ratoncito. Este no se dio por aludido y le dijo al león: “la astucia es más valiosa que la fuerza bruta”.
Llegó el día en el que el león cayó en las redes de un cazador y el ratón pasó por allí.
Con sus afilados dientes liberó al león y de ahí en adelante nunca dejaron de ayudarse y de ser amigos.
Este es uno de tantos cuentos en los que se desvelan los engaños de las apariencias y los juicios fáciles.
Todos en la época de Goliat y David hubiéramos apostado por el gigante acorazado y no por un indefenso pastor.
Necesitamos mucha sabiduría para ir más allá, ver en profundidad y llegar a la esencia de la vida y las personas.
Dijo El Quijote a Sancho “no es oro todo lo que reluce”. ¿Quieres mirar la vida con unos nuevos ojos?
@gonzalogallog