Ámate y dedícate a ser consciente de cómo piensas y cómo hablas, porque así puedes mejorar y cambiar tu realidad.
“No puedo” o “es muy difícil” es claro que jamás te van a servir para lograr un propósito o hacer real un lindo sueño.
“Quisiera” o “me gustaría” son expresiones sin poder; todo lo contrario de “quiero y lo voy a lograr”.
“Debo”, “me toca” y “tengo que” suenan a obligación y tu mente te llevará a evadir eso o hacerlo de mala gana.
Hablar del trabajito en el que ganas platica para tener un día una casita y allí vivir con tu amorcito son diminutivos sin energía.
Muchas metas no se alcanzan exactamente porque las personas solo ponen un “granito de arena”.
Los mexicanos dan ejemplo y platican con palabras grandiosas: “Vivo en mi casota con mi amorsote y le doy un besote”.
Está alerta, ya que cómo piensas y hablas es como vives. Los pensamientos y las palabras tienen un tremendo poder.
@gonzalogallog