Imagina un triángulo dorado cuyos lados son amor, consciencia y coherencia.
Si eso es lo que vives, alégrate porque recorres el sendero de la sabiduría y la luz.
Aún en un ambiente prácticamente irrespirable, el amor es oxígeno puro para tu alma. ¿La nutres cada día como lo haces con tu cuerpo? ¿Tienes a Dios presente, oras y meditas?
Necesitas experiencias que te revitalizan y te dan alientos cuando te sientes oprimido.
Los sabios insisten en la importancia de estar vigilantes para evadir las tentaciones. 
El amor es tu identidad y tu misión, amor a ti mismo, a Dios, a los demás y a la linda creación.
La consciencia te lleva a obrar bien y, en unión con el amor, brillas en coherencia y estás bien.
@gonzalogallog