No tienes que ser un prestidigitador para deslumbrar con la linda magia del amor.
Lo que precisas es quererte con todo tu ser y, entonces, te queda fácil amar a todos.
El amor verdadero se teje con respeto, comprensión, rectitud, confianza, ternura y reciprocidad.
El amor sincero tiene hechizo, aligera las cargas e ilumina como un sol radiante.
Con la magia del amor se van las sombras y ves puentes donde antes había muros.
El amor a ti mismo, a Dios y a los demás, destila bondad, sosiego y felicidad.
Vibra en un amor cuya presencia es clarificadora, fluida, revitalizadora y que renueva.
El amor es música para el alma, es tu mejor tesoro y debe ser el centro de tu vida.
@gonzalogallog