Refrenar la ira es una estupenda decisión porque la ira es una chispa que enciende incendios voraces
En la Edad Media era popular este dicho: Cálmate y nunca dejes que el sol se pongas sobre tu ira.
Cuando te alejas de la ira te acercas a Dios y a los demás; dominar la ira es un gran logro espiritual.
Examina tu vida, identifica qué te altera y toma medidas para controlarte y estar sereno
Tenes autocontrol con práctica. Te ayuda relajarte y visualizarte calmado ante algo que te molesta.
Otro gran paso a la Luz es no juzgar. Jesús habló varias veces sobre este vicio que genera tantos males.
“No juzgues y no serás juzgado”, dijo el Maestro, que siempre practicó una amorosa compasión con todos.
Amar es no airarte y de no juzgar; es un negocio más valioso que otro que te seduzca en lo material.
@gonzalogallog