Hay vida en la muerte. Pensar, leer y meditar sobre ella ayuda a aceptarla, y la sacudida es menos fuerte.
Vive en paz y en paz partes aunque te maten. Vive libre de apegos, odios o miedos, y te vas sin temor.
La muerte es sólo un paso entre vidas y nadie está muerto. Hay vida en el más allá.
El más allá es un estado sutil, es vida en una vibración menos densa, es un espacio de luz.
Los “muertos” vivos a veces se comunicar con los que aman, en especial recién partidos.
Puede ser en sueños, a través de un aroma, aves, plumas o su energía de amor.
Un niño debe ir al funeral y el entierro para tener evidencias físicas de la muerte o sufre fantaseando.
Al morir nadie te juzga, tú mismo te evalúas y encarnas de nuevo para evolucionar más. Lee mi libro Muerte un paso a la vida.
@gonzalogallog