Despierta refrescado y renovado, esperando lo mejor, y, por tanto dando y recibiendo sólo lo mejor. 

Soy Dios. Relájate y déjame que yo lleve las riendas. Empieza el día en paz y no lleno de tensión.

Meditar te revitaliza. Saluda el día con el corazón lleno de amor, calma y gratitud. 

Enfoca tu mente en el ahora, y que nada del pasado la enturbie. Perdonas y te perdonas.

Mantén tu conciencia elevada hasta lo más alto y mira cómo se despliegan las maravillas. 

Es un día nuevo. Deja atrás el ayer con todas sus faltas y fracasos, y abre una nueva página.

Es torpe y dañino arrastrar lo viejo en este nuevo día. Ante todo aprende tus lecciones.

Son de compasión, bondad, actitud positiva, gratitud y comunión amorosa conmigo. Así tienes un corazón ligero y alegre.

@gonzalogallog