Antes se pensaba que el cerebro alcanzaba su mejor momento alrededor de los 20 años.
Se estabilizaba cuando llegábamos a la mediana edad y luego comenzaba a decaer gradualmente.
Actualmente, se sabe que el cerebro cambia y se desarrolla a lo largo de toda nuestra vida.
La sociedad rinde culto desmedido a la juventud, a la que la considera un valor en sí mismo.
Por lo mismo, pasar la barrera de los 40 años es casi un delito. Se suele pensar así:
“Envejecer es un proceso de deterioro inevitable, y se acepta esa falsa narrativa”.
Lo sabio es que no importan los años que vivas, sino la vida que le pones a esos años.
De eso se trata, de tener un propósito y, con amor, sacarle el máximo provecho a tu vida.
@gonzalogallog