Si tienes presente a Dios, confías, estás firme ante la adversidad y sales adelante.
Apela a lo mejor de ti y apóyate en los que amas, y lo que acrecienta tu fe y tu esperanza.
Invoca a Dios, los ángeles y arcángeles, que son amor, y tienen sus poderes divinos.
La misión de Miguel es cuidarte, y la protección contra el mal y todos los peligros.
Su color es un hermoso azul, y lo muestran con una espada que para nada necesita.
La misión de Rafael es la sanación de alma, mente cuerpo y de las emociones.
Su color es verde esmeralda y, al invocarlo, recuerda que él potencia tu poder autosanador. Gabriel brilla con una preciosa luz blanca, y te ayuda en las relaciones y la comunicación.