En cierta ocasión le escuché decir a un campesino: “Primero se acaban los marranos que los tontos”.
Andrés de la Barra es un pastor que creó una iglesia llamada “El final de los tiempos”.
Convenció a un grupo de ingenuos de que está próximo el tan anunciado fin del mundo.
Con su buena y engañosa oratoria les aseguró que en el más allá hay terrenos para disfrutar.
El precio inicial fue de cien mil dólares, y sobraron los incautos que los compraron.
Claro que para eso les dijo que Dios hablaba a través suyo como enviado divino.
Luego subió el precio a 250 mil dólares. Ahora este “vivo” ¿estará en líos con la justicia?
Pastores como él abundan y les sobra el dinero con diezmos que Dios no pide. Los crearon los sacerdotes judíos.
@gonzalogallog