La plaga de un opioide llamado fentanilo tiene a muchos como cadáveres vivientes o zombis.
El humano en inconsciencia, ignorancia, mala información y desamor, crea adicciones fatales.
Desde hace años los gobiernos debían haber tomado en sus manos el negocio de las drogas.
Es legalizar e invertir en educación y rehabilitación el dinero de una guerra perdida.
Ya en EE.UU. le pusieron dos nombres bonitos a la marihuana: “es medicinal y recreativa”.
Pues bien, lo mismo deben hacer con la coca, y así ha sido por siglos para los hermanos Incas.
El reto es crear una sociedad en la que el ser esté de primero y no el hacer para tener.
Mientras el “dios dinero” ocupe el primer lugar seguirán muchos “muertos en vida”.
@gonzalogallog