Dios, me sacas del abismo del desespero, y con tu amor no quedo al arbitrio de las dudas y el desaliento.
Contigo no estoy condenado a un destino aciago, y el dolor educa si lo asumo con fe y esperanza. Si el camino esta erizado de penas y sólo veo desventuras, tu Señor, me serenas con tu presencia Contigo tengo una voluntad poderosa, una mente clara y un corazón repleto de amor y energía.
Tú me ayudas a vivir el presente sin el peso de mis recuerdos y sin angustia en mis previsiones.
La vida no es un acertijo sin soluciones ni un laberinto sin salidas. ¿Será que tiene sentido seguir?
Dios, me aseguras que sí, porque nunca me has defraudado y en las peores crisis he visto brillar la luz.
Me liberas de un presente hostil y me dices: “estoy contigo”. Gracias, Señor, nunca me abandonas.
@gonzalogallog