Los expertos en la conducta humana saben que el miedo es la emoción de más cuidado.
Cuando se apodera de ti, y se agiganta, puede convertirse en una fuerza paralizante.
Ten presente que el miedo no es malo, y que puede afianzar tu valentía y librarte de amenazas.
Hay miedos irracionales que vienen de otras vidas o de experiencias en la infancia.
Sanas eso en un relax muy profundo con una buena terapia de hipnosis.
He ayudado a varias personas a volar tranquilas, ya sin miedo a subirse en un avión.
Los antídotos del miedo son: primero un amor inmenso a ti mismo, a Dios y a los demás.
Segundo, una fe firme en ti y en Dios. Entonces dices con Santa Teresa: “Nada me turba, nada me espanta”.
@gonzalogallog