Para esculpir La Pietá Miguel Ángel fue a la Toscana y halló un bloque de mármol; alto 1,74 m y ancho 2.
Parece imposible que de un trozo de mármol pueda extraerse tanta perfección y belleza. Tenía 24 años.
El público consideró que la juventud de María no era proporcional a la edad de su hijo.
El escultor dijo: “la juventud representa la belleza, la virginidad y la ausencia del deterioro por el tiempo”.
El hermoso rostro de María se ve sereno y sin dolor, aceptando en paz lo horrible que está viviendo.
Sobre su regazo se apoya Cristo inerte, abandonado, sin muestra de sufrimiento ni de dolor.
Algunos dijeron que no podía ser obra de Miguel Ángel, dada su juventud y falta de madurez.
El autor se ofendió y grabó sobre ella, el siguiente mensaje: Miguel Ángel Buonarroti lo hizo.