Jesús no nació en diciembre. El 25 de diciembre se celebraba en Roma una fiesta dedicada al sol con motivo del solsticio de invierno.
La iglesia reemplazó esa festividad libertina con la fiesta de Navidad y hay un detalle curioso:
En la antigüedad se hablaba de Jesús como el sol que no conoce ocaso, como la Luz del mundo.
Por eso la luz está tan unida a la Navidad y nos invita a esparcir claridad con el amor y vencer las sombras del mal. Navidad es dar gracias por tantos dones, amar de verdad y ver a Dios en los más necesitados.
La verdadera religión no está en los cultos sino en un amor real que siempre empieza por casa. La Navidad debe ser ante todo una fiesta familiar y nos llama a unir los corazones y derribar los muros que nos separan.
Siente a Dios en tu alma y la paz que anunciaron los ángeles en Belén estará siempre contigo. Nace de nuevo.
@gonzalogallog