Manizales, sexta ciudad más competitiva de Colombia y la primera en el Eje Cafetero, con el primer lugar en formalidad laboral, en calidad en educación superior y en el Índice de Progreso Social. Este es el preámbulo en los indicadores de una ciudad que cada vez crece en innovación y que se destaca por su facilidad para hacer negocios en el país.
Asimismo, Manizales sobresale a nivel nacional en tres aspectos principales: instituciones, entorno y facilidad para los negocios y la adopción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). La ciudad también se destaca en la calidad de la educación superior y en el indicador de innovación y dinámica empresarial. Manizales es también la ciudad de Colombia con la mayor proporción de estudiantes matriculados en instituciones de alta calidad, consolidándola como el campus universitario del país. Además de la competitividad, Manizales sobresale en otros factores para el cierre de este 2023. Entre los más importantes se encuentran:
Mercado laboral: según las últimas cifras del mercado laboral, Manizales Área Metropolitana expone una tasa de desempleo del 9,3%. La ciudad continúa reflejando importantes mejorías en la tasa de desempleo laboral, pues este es el cuarto mes consecutivo en el que el desempleo decrece.
Dinámica empresarial: Manizales continúa liderando este indicador de creación de empresa en el departamento, con una mayoría de nuevas constituciones en los sectores de comercio, alojamiento e industria manufacturera, representando más del 60% del tejido empresarial.
Dinámica del comercio exterior: con Caldas como el segundo departamento en el índice de internacionalización de Colombia.
De acuerdo a lo anterior, Manizales continúa liderando en Colombia, aun con sus principales retos en infraestructura aérea, terrestre y logística, aspectos clave para la competitividad empresarial. Si bien este logro es una señal hacia el exterior de las ventajas para invertir en este territorio, que aunque topográficamente agreste, se caracteriza por su competitividad industrial y por su capacidad en comercio exterior; se vuelve pertinente que los proyectos que responden a la visión de competitividad y productividad del departamento se ejecuten. En el caso del sector empresarial de Caldas, factores como el unimodalismo del transporte pesan representativamente en los costos operativos y de comercialización.
Aunque el comercio exterior sucede aún con dificultades logísticas, se vuelve trascendental buscar alternativas efectivas para impulsar el tejido empresarial existente. Parques logísticos, patios de contenedores, transporte de carga ferroviaria, entre otros, son las iniciativas que llevan años en boca de todos, pero que necesitan compromiso para su desarrollo. Dichos proyectos elevarían la competitividad de una ciudad que es admirada por edificarse en el filo de una cordillera, pero que al mismo tiempo, es criticada por su infraestructura, corta la mayoría del tiempo para sus necesidades industriales. La competitividad de este territorio depende de proyectos ambiciosos que suplan las necesidades logísticas y que ahora más que nunca, pueden ver la luz al final del túnel con la nueva área metropolitana definida. Manizales recibe con beneplácito a Neira, Palestina y Villamaría y espera por Chinchiná, municipio que se beneficiaría en gran medida de estos macroproyectos. El tejido empresarial requiere del compromiso de las
instituciones, que hacen tan fuerte a la ciudad en facilidad para hacer negocios, pero también requiere del compromiso de las nuevas administraciones, que en sus planes de gobierno incluyeron iniciativas potentes en pro de la competitividad local. Manizales y Caldas quieren más.
Antes de concluir esta columna, quiero expresarle mi agradecimiento a Nicolás Restrepo Escobar, eterno Director de esta casa, quien me abrió las puertas como columnista y quien despertó en mí la pasión por escribir acerca de mi ciudad.
Gracias Director, respeto y admiración por siempre.