Empezó el año 2023 y, como se esperaba, las noticias para Manizales son tristes, aciagas y desoladoras. El 10 de enero recibimos la noticia de la cancelación del contrato de operación del “Mio Cable” de Cali, con la Asociación Cable Aéreo de Manizales, luego de no haberse podido llegar a un acuerdo razonable con la administración de Carlos Mario Marín. Y la noticia es funesta porque era ese contrato precisamente el que le permitía al cable de Manizales sobrevivir y hasta malgastar en nóminas paralelas, y en derroches y contratos amañados de sus áreas comerciales. Es decir, lo único que le permitía a nuestro cable ser sostenible era el “Mio Cable”, y lo dejaron ir en un derroche de soberbia e inconciencia. Se creyeron dominantes y acabaron envenenados por su propia hiel.
Pero eso sería solo un episodio más en la vida comercial de una empresa de esta naturaleza, si no fuera por las respuestas absurdas que dan hoy desde la Asociación manizaleña: luego de calificar la decisión de “Mio Cable” como un acto arriesgado (manteniendo su soberbia), nos mienten diciendo que desde tiempo atrás venían avizorando esta situación, y preparándose para que no le fuera a causar un desequilibrio financiero a la entidad, y enumeran una serie de “estrategias” que más parecen salidas del magín díscolo del alcalde, que de una administración seria.
Su espectacular estrategia para evitar que las pérdidas del cable se incrementen en cerca de $ 2.500 millones al año, consiste en “recorridos de realidad virtual (¿?), realidad aumentada, pantallas interactivas, opción pagos abiertos, pago de univiajes y hacer promoción con otros municipios para hacer acuerdos en los que sea el Cable Aéreo de Manizales el que se encargue de lanzamientos y publicidad de eventos y fiestas de los diferentes municipios.”. ¡Qué tal! En resumen, la estrategia es llenar un papel con propósitos etéreos, imprecisos, vagos y distractores que no son más que un nuevo sofisma; y lo posible se reduce a la explotación publicitaria de sus espacios, algo que deberían estar haciendo hace mucho tiempo y no anunciarlo como la idea maravillosa de un genio para salvar las finanzas empresariales. ¿Y qué pasa, por ejemplo, con la explotación del parqueadero del terminal de fundadores, donde el precio ridículo apesta a testaferrato, corrupción y favores personales o familiares del alcalde?
Sí: sería solo un episodio más en la vida comercial… Pero es la suma de episodios de esta naturaleza la que nos desvela y preocupa. Es la desidia, la improvisación, la corrupción, la ineptitud, incapacidad y mediocridad administrativa, y el descaro de seguir mintiendo como única forma de gobernar, las que nos desespera y lo que de verdad está destruyendo a Manizales. Porque para un gerente, o el propio alcalde, es muy fácil salir a tender cortinas de humo ante unos medios silenciosos y resignados, e imponer su verdad sin interlocutor que los cuestione o contradiga; es muy fácil falsear la realidad con propósitos y anuncios cantinflescos que, sin fondo alguno, llenan noticieros y párrafos de periódicos; es muy fácil responder con falacias cuando no se tiene quien las cuestione o denuncie.
¿Qué preocupación le puede embargar a un alcalde o gerente irresponsables, si cuando les preguntan por los resultados de una empresa como la Asociación Cable Aéreo de Manizales, solo atinan a decir que es la panacea, así sus cifras muestren lo contrario? ¿Qué puede motivar a estos irresponsables personajes a tomar correctivos ciertos y efectivos, si cuando les preguntan por los aportes de Infimanizales a la empresa, responden que esta entidad aporta “de acuerdo con el déficit que se origine”, y que el año pasado aportó $ 2.400 millones? ¡Así es muy fácil!
¿Y qué nos espera entonces en 2023? Si Infimanizales “aporta de acuerdo con el déficit que se origine”, y el año pasado aportó $ 2.400 millones, este año, sin la operación del “Mio Cable” (que dejaba alrededor de $ 2.500 de utilidades año), Infimanizales tendrá que desembolsar cerca de $ 5.000 millones para cubrir la quiebra del Cable. Pero según el “querido” alcalde, aquí no pasa nada.