Mañana se cumplen 8 décadas de la promulgación de la Ordenanza 006 de la Asamblea del Departamento de Caldas por medio de la cual se funda la Universidad Popular integrando seis grupos de establecimientos. Con esta determinación se cumplía el viejo anhelo de los caldenses. Anteriormente, el 1 de Julio, 1937, la Asamblea había divulgado la Ordenanza 24 que creaba el Instituto Politécnico. Este fue el inicio del camino oficial para crear y agrupar instituciones educativas clásicas, técnicas, formativas en arte y una institución rural.
Como es conocido y fue sentido, Caldas era un centro educativo, cultural, comercial y social de importancia nacional. Desde 1943 a la fecha se han producido millones de expresiones que detallan la vida institucional de la Universidad de Caldas, nombre adoptado oficialmente por el Consejo Directivo de la Institución, el 6 de marzo de 1956
Inolvidable la redención de la institución mediante su nacionalización, Ley 34 de 1967, bajo la Rectoría de Ernesto Gutiérrez Arango y la Presidencia de Carlos Lleras Restrepo, lo cual ha permitido su existencia y seguramente el futuro institucional. La Universidad es mucho más que cemento, hierro, tierra, instrumentos e insumos. El valor institucional real radica en las personas que han sido generadores y actores universitarios además de ciudadanos, desde las ideas previas hasta la actualidad, pasando por ocho décadas de fructíferas acciones en bien de la sociedad colombiana.
La Universidad nunca ha sido perfecta, es evidente que cada día hace más y mejores esfuerzos para mantenerse en una óptima línea de educación superior que le permita la confianza de la sociedad con sus integrantes y el cumplimiento taxativo de la misión institucional.
Sin embargo, existen y quedan varias inquietudes en el institucional y complejo mundo académico cuyas respuestas dadas por quienes tienen la responsabilidad institucional de hacerlo: Funcionarios, profesores, estudiantes y egresados ya sea como individuos o unidades colegiadas desde el Consejo Superior para abajo en la escala administrativa- académica, mediante planteamientos, regulaciones y acciones derivadas darán más nitidez a su futuro.
Es difícil sintetizar en una frase y menos en una palabra la trayectoria de la Universidad porque son muchos y diversos los aspectos que han hecho importante la existencia institucional y por la cual los miles de egresados, pensionados, estudiantes, profesores y funcionarios tienen agradecimientos imperecederos por haber o estar vinculados a la institución.
Pudiera aventurarse: Servicio, aunque puede parecer simple. Quizá: Humanista. Tal vez: Ética. A lo mejor: A la vanguardia permanente. Acaso: por la vida y dignidad de las personas, y así pueden obtenerse ideas que puedan identificar el verdadero sentido de la Universidad.
Todas las universidades del país son diferentes, incluyendo las que tienen sede en Caldas y cada una imprime su impronta en quienes se ven ligados a la Institución por ello la clasificación mediante escalafones tiene aspectos divergentes de valoración. Un escalafón de 1 entre 100 no garantiza la perfección unánime de egresados, docentes, investigadores y líderes proyección.
Las personas amalgaman su personalidad con la formación universitaria que debe ir más allá, mucho, de la instrucción que lamentablemente es un área que ocupa más del 90% del tiempo y espacio del contacto con la Universidad. Esto parece suceder con más frecuencia en la educación estatal.
La Universidad de Caldas, orgullosamente estatal, es una Institución que ha realizado enormes esfuerzos para lograr bienestar y desarrollo, incluye instituciones, de los colombianos especialmente los caldenses.
La sociedad y sus instituciones privadas y públicas tienen la obligación de propender y defender la Universidad, no es asunto de otros, es una obligación de todos.
Han sido 16 lustros de intensa labor, con épocas difíciles y dolorosas que afortunadamente han sido superadas. Ojalá nunca se repitan.
Nota: Es un orgullo ser egresado y profesor de la universidad de caladas.