Victoria, municipio del oriente caldense, refundadovarias veces, siendo la última en 1879. Ascendido a la categoría de Distrito, municipio, el 13 de octubre de 1887 por el entonces Gobernador del Tolima Manuel Casabianca. En 1905 integró el Departamento de Caldas y en 1923 sufrió segregación a favor de La Dorada.
La historia de las enfermedades humanas abarca desde el inicio y evolución de los seres que dieron origen al Homo sapiens sapiens. Desde esas épocas unas han perdurado, otras han sido erradicadas, otras se han modificado y unas más, han aparecido.
Una de éstas, casi erradicada, es el pian, la frambesia. Producida por una espiroqueta denominada Treponema pallidum pertenue, bacteria prima, si así pudiera llamarse, causante de la sífilis, y también ligada genéticamente a la que produce el carate.
Durante muchos años se desarrolló el Sistema de Campañas Directas, desde el Ministerio de Salud o de quien hiciera sus funciones, para combatir determinadas enfermedades como la tuberculosis, el paludismo, la lepra y el pian.
Hace 92 años, el médico Samuel Pérez Mejía, entregaba una cartilla con la reseña del programa contra el pian realizado en Victoria, para la época provincia de Manzanares, a nombre de la Secretaría de Educación Pública de Caldas.
El pian, aparentemente extinguido de Colombia, tuvo una importante presencia en el occidente. La bacteria generalmente entraba al cuerpo humano a través de lesiones previas de la piel, inclusive picaduras de mosquitos.
El mecanismo de infección era totalmente diferente al del paludismo. Producía lesiones principalmente en niños y jóvenes, que se evidenciaban en nódulos visibles, de diferente tamaño por debajo de la piel, y una especie de úlcera llamada buba. La lesión recordaba en ciertos aspectos a la lepra.
Primero los arsenicales y luego la penicilina, con sus efectivos e inobjetables resultados, y hoy la azitromicina, condujeron a la erradicación del proceso.
Las infames condiciones sanitarias fueron propicias para la diseminación de la enfermedad llegada a Victoria y Samaná desde los asentamientos humanos en Puerto Berrío. También se hallaba en los caseríos, para la fecha, de San Diego y La Norcasia, como se denominaba.
En Caldas existen seres humanos que viven en condiciones sanitarias vergonzosas y pueden sufrir de otra clase enfermedades. Hay aspectos de la vida comunitaria que deben ser modificados en primer lugar por el Estado.
Ayer como hoy, nueve y muchas más décadas: El baño, completo y frecuente; una habitación adecuada y digna de seres humanos; la eliminación de parásitos domiciliarios; la dieta adecuada; el saneamiento del entorno; eran y son indispensables para que las personas puedan, al menos, vivir sin riesgos evitables.
Victoria, sede médica de un sabio: José María Cataño Piedrahita, y todos los municipios caldenses no pueden olvidar los esfuerzos realizados por las comunidades en la protección de su salud y deben recordar los resultados de los planes de medicina rural ya establecidos en 1970
Nota: Recordar a otro sabio, Félix Henao Toro en La Dorada.