El pasado 5 de junio se cumplieron 470 años de la iniciación de los cursos de la institución creada por cédula real del príncipe Felipe a nombre de Carlos V en 1551. Se transformó varias veces a partir de 1553 cuando se denominaba Real Universidad de México, hasta llegar a 1910 cuando, por iniciativa de Justo Sierra, Maestro de América, se fundó la Universidad Nacional de México en reemplazo de la antigua Real y Pontificia Universidad de México. Desde el comienzo se caracterizó por ser pública, laica y gratuita. Sin embargo, su tradicional y reconocida autonomía se obtuvo en 1929. Sólo en 1945 adoptó el nombre de Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.
En el panorama de las universidades latinoamericanas la UNAM, ocupa un lugar preponderante. No es la más antigua de Latinoamérica por cuanto la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima es la decana.
La inmensa Universidad, observada desde todos los ángulos, se destaca en el contexto del significado universitario. Las cifras de todos los indicadores establecen una institución con amplia cobertura en todas las acciones que emprende la UNAM. No tiene comparación de conjunto, aunque otras entidades universitarias puedan ser superiores en determinados aspectos. Su Campus Universitario ha sido reconocido por instituciones internacionales como la UNESCO al declararlo en 2007 Patrimonio Histórico.
Ha recibido muchos galardones incluyendo el premio Príncipe de Asturias, en el 2009, en la modalidad de Comunicación y Humanidades.
Las cifras por sí solas dan la idea de su cobertura cuando indican en el 2021 más de 41.500 profesores y 366.930 estudiantes, repartidos en sus actividades de bachillerato, pre y posgrado. Cuenta con 11 sedes en el extranjero y tiene 3 bachilleratos, 25 carreras técnicas, 130 licenciaturas con 176 opciones, 90 planes de estudio entre maestrías y doctorados y 194 variaciones de especializaciones.
Además, tiene 32 centros museos con aspectos culturales y de información científica; uno de ellos, el Centro Cultural Universitario. Tiene 11sedes para disfrute de los ciudadanos desde la reconocida Biblioteca Nacional de México, el paseo de las Tres Culturas hasta las salas múltiples incluyendo la música.
Con todo lo anterior y otros componentes que sirven para el servicio de los mexicanos y extranjeros, no es lo más importante. Lo trascendental de la UNAM es su impacto en la vida de las personas, hayan o no estado vinculadas a la Institución. Todos los mexicanos premiados con el Nobel han sido graduados de la Universidad. Once galardonados con el Premio Príncipe de Asturias son egresados de la UNAM. De la misma manera 6 ganadores del Premio Cervantes han pasado por el Claustro.
Pero, hay una frase que domina el significado de la UNAM ante el pueblo de América y en especial el de México: Por mi raza hablará el espíritu. Nada más bello e impactante por su alcance que parte de la génesis de ser mexicano, con sus ancestros que tanto defienden los mexicanos. La frase tiene como autor al rector José Vasconcelos, 1882-1959, quien en 1921, considerando la necesidad de la integración hispanoamericana, plasmó la expresión del sentimiento étnico en el escudo de la Universidad. Para los mexicanos su universidad, incrustada en la vida de la nación como debieran ser todas las universidades nacionales, es una entidad de inmensa devoción por cuanto la aspiración de ellos y sus descendientes a estudiar está fincada en primer lugar en la UNAM, luego aparecerán otras posibilidades.
Ser profesor de ella otorga una impronta de compromiso irreductible frente a sí mismo.
Nota: Entre los alumnos destacados de medicina se encuentra Dolly Montoya Castaño, Ph D, rectora de la Universidad Nacional de Colombia. De Caldas, varios profesionales han sido titulados y certificados por la UNAM.