Las migraciones con fines de colonización han sido temas afrontados por muchos historiadores. Los caldenses no han sido la excepción y decenas de escritores han hecho conocer el fenómeno poblacional de la fundación de varias ciudades a partir de los colonos procedentes de Sonsón, Abejorral y Rionegro, asentados en Salamina, la capital de la Provincia Sur de Antioquia.
Desde finales del siglo XIX y principios del XX hasta la época actual se vienen conociendo los hechos por los cuales realmente se produjo el desplazamiento de hombres para descombrar selva más al sur de Salamina.
La historia de la formación de lo que posteriormente se conocería como Caldas y del desarrollo de este departamento, incluidas las dos segregaciones como fueron Quindío y Risaralda, es un tema que debiera ser conocido por todos los habitantes, porque permite hipótesis y realidades al comportamiento de quienes habitan Caldas y de otros que también desean analizar la raíz del pensamiento y actuar caldense, que podría ofrecer pautas hasta entender formalmente las separaciones territoriales, más allá de lo económico, social y político.
Siguen existiendo historiadores de vocación y cultos; sin embargo los cambios educativos y las oportunidades que ofrece la academia, han propiciado la aparición fundamentada de personas, hombres y mujeres, con técnicas cada vez mejores, conocimientos y dedicación completa a la investigación no solo historiográfica sino conceptual de fenómenos migratorios para concluir en las perspectivas del futuro.
Para beneplácito de todos, alrededor de la historia acaba de ser entregado por la Academia Caldense Historia, el bello libro: Caldas, migraciones, Independencia, guerras y fundación de pueblos, escrito por los reconocidos historiadores: Albeiro Valencia Llano, Ángel María Ocampo Cardona, Álvaro Gartner Posada y Fabio Vélez Correa, Miembros de Número de la Academia.
Un documento que abarca desde la época de la presencia indígena como único poblador de las tierras que posteriormente se denominaron Caldas, con los límites de Antioquia, Tolima y Cauca, cada uno con sus respectivas provincias. Varios textos relacionados habían sido publicados antes en diferentes órganos pero este documento integrador facilita la comprensión de los territorios con sus respectivas fragmentaciones, las integraciones, las desagregaciones y finalmente la consolidación del departamento de la mariposa.
El fin del texto se sitúa alrededor de 1900, por lo que abarca desde el siglo XVIII hasta el comienzo del XX, con una escritura sencilla y bien hilvanada donde los autores han construido un documento ameno.
Tiene especial interés para el lector la cronología que se encuentra al final del libro, que abarca específicamente desde 1787 hasta 1896. La secuencia no continua de 63 años recolectada por Fabio Vélez Correa, con aportaciones de otros escritores sobre textos históricos, es un verdadero compendio de los principales hechos sucedidos en la vida de quienes habitaron los territorios, promovieron y realizaron fundaciones de pueblos y fueron artífices de una vida que honra al Caldas actual, no excluyente de las veleidades de los seres humanos.
Todas las imágenes, especialmente los grabado, insertadas a lo largo del texto se constituyen en un verdadero y admirable acierto de los autores y el asesor editorial. Cada cuadro, tomado de distintas fuentes, se constituye en una sentida remembranza de las diferentes épocas y hace de la lectura un encuentro con la placidez, un camino reversible a la añoranza y un mojón para el análisis.
Una edición pulcra en todos los sentidos: En textos e imágenes diferentes en color o en blanco y negro, patrocinada por el gobierno departamental. Papel y letra agradables con sustento en la verdad conocida, porque la historia jamás se terminará de contar y analizar. Un documento de consulta permanente.