El 27 de agosto se conoció un comunicado, supuestamente del Eln desde las montañas del occidente colombiano, desmentido de inmediato por la delegación de ese grupo ilegal en la mesa de negociaciones. El falso comunicado, primero, califica a los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, creados por Fedegán con la coordinación del general (r) Fernando Murillo, a partir de un piloto en el Cesar, como la resurrección del paramilitarismo en la región.
Segundo: Declara a los frentes como objetivo militar. Tercero: Me cuestiona como miembro de la Mesa y promotor de los Frentes, que considera un ataque a la paz, la población y al Eln. Cuarto: Amenaza con confrontar cualquier “violencia paramilitar en nuestra región”. Además del pronunciamiento de la delegación negando su autoría, las referencias a “nuestra región” -el Cesar- no parecen del Comando Central del Eln, ni un comunicado desde “las montañas del occidente colombiano”.
Aun así, como de la mentira algo queda, muchos incautos creerán tan graves acusaciones, lo cual es otra piedra en el camino de las negociaciones con el Eln, que se suma a las que ellos mismos le han puesto, y además afecta a Fedegán y a los 600.000 ganaderos colombianos, injustamente marcados por el estigma paramilitar.
Dando por descontado que el comunicado no es del Eln, ¿de quién es entonces?, ¿quién está detrás, interesado en desestabilizar los territorios?, ¿a quién le sirve deslegitimar la reacción pacífica y solidaria de los ganaderos, en el Cesar y en todo el país?
A la delincuencia, ¿a quién más? Porque organizarse para apoyar a las autoridades y comprometerse con la seguridad preventiva y pacífica es lo que asusta a la delincuencia y está detrás del falso comunicado, porque se atraviesa a sus pretensiones de control territorial para proteger sus rentas ilícitas. En el Cesar, donde abundan las alertas de la Defensoría, además del Eln, están las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y una red de bandas que tercerizan el asesinato, el secuestro y la extorsión.
Pero los ganaderos, como reza nuestro himno, “no bajamos nuestros brazos ni nos damos por vencidos”; nos uniremos más alrededor de los Frentes Solidarios de Solidaridad y Paz, que han tenido gran receptividad entre los ganaderos y otros gremios, basados como están en cuatro principios: 1) La solidaridad basada en la unión gremial. 2) la articulación permanente y cercana con las autoridades, entendida como deber ciudadano, pero también como el derecho a participar en nuestra propia seguridad. 3) La comunicación y las nuevas tecnologías como instrumento preventivo, como las únicas armas que esgrimimos.
Y cuarto, los Frentes Solidarios de Seguridad, son DE PAZ, no solo porque son desarmados, sino porque su objetivo no es la confrontación ni la violencia, sino la solidaridad y la convivencia pacífica. De violencia…, ya hemos tenido suficiente. La paz es nuestra urgencia.