En 2006, cuando María Fernanda Cabal no se había metido en el berenjenal de la política, me pidió que la invitara a la Junta Directiva de FEDEGÁN para proponer algo que fue acogido sin dudarlo: la creación de la Fundación Colombia Ganadera, FUNDAGÁN, como expresión de la responsabilidad social del gremio, la cual ella misma presidió en sus primeros años con dos logros muy importantes: la visibilización de las víctimas ganaderas de la violencia con el programa “Acabar con el Olvido”; y la solidaridad con la pobreza rural a partir de “Una vaca por la paz”.
Este último, inspirado en uno de la fundación Heifer International, se basa en la estrategia de lograr donaciones de vacas preñadas o su equivalente en dinero, en una “Gran Cena Gourmet”, en la que, literalmente, se subasta la solidaridad de los asistentes y de cualquier persona que quiera vincularse con su donación.
Como resultado de tres cenas realizadas se entregaron más de 8.000 vacas preñadas a familias pobres y, preferiblemente víctimas de la violencia, con la condición de que el beneficiario entregue la primera cría a otra persona en condición de pobreza, con lo cual creamos “cadenas de solidaridad” que contribuyen a reparar el tejido social, destruido por los violentos durante décadas.
El programa “Una Vaca por la Paz” se frenó por la persecución contra FEDEGÁN en el gobierno Santos y luego por la pandemia; pero la solidaridad ganadera supera esos y otros obstáculos; por ello volvemos en 2023 con la “IV Gran Cena Gourmet”, el 21 de noviembre en el club El Nogal en Bogotá, donde subastaremos una vez más la solidaridad de los ganaderos y del país, buscando beneficiar a 1.500 familias campesinas.
Por ello, en un momento difícil para el país, invitamos a los colombianos, tan dados a “hacer vaca” para tantas cosas, a que hagamos una muy grande en apoyo de la población rural vulnerable, no solo por su pobreza, sino porque ha sido víctima de la violencia, entre ellos los soldados y policías campesinos que esperan una mano amiga.
En un momento tan violento en campos y ciudades, que hoy nos muestra ante el mundo como un país donde la vida y la libertad son moneda de cambio para narcotraficantes disfrazados de luchadores por los pobres…; en un momento que nos duele…, los ganaderos queremos dar un mensaje de esperanza, invitando a Colombia a participar en esta hermosa obra de “Una Vaca por La Paz”.
Invito a mis lectores, a los ganaderos y a Colombia toda a estar presente, para lo cual pueden informarse en el portal de FEDEGÁN o en nuestro periódico virtual Contexto Ganadero.
Sí…, en un momento que le duele a Colombia…, “Una Vaca por La Paz” es un ejercicio de solidaridad, un mensaje de esperanza. Nos vemos este martes 21 de noviembre en el Club El Nogal.