Robustas y para pequeños productores. Esta afirmación que ha sido muy criticada por los tradicionales analistas cafeteros y por parte de la misma Federación Nacional de Cafeteros, se está imponiendo, con la razón que da la evidencia empírica. Y tiene nombre esta evidencia: Vietnam.
Una pequeña introducción sobre las Robustas: “Las variedades de robusta se destacan por su facilidad para ser cultivadas y por su menor costo de producción que el de las variedades de Coffea arabica (Bourbón, Catuaí, Caturra). A diferencia de los cafés arábigos, el C. canephora es inmune al hongo que provoca la roya, Hemileia vastatrix, de donde le viene el nombre “Robusta”. Son cafés con alto contenido de cafeína (2 al 4%), presentan grano amarillento y con olor a paja seca” (Anacafé- Guatemala). Además, por la necesidad de sombra transitoria o permanente, permite diversificar los ingresos de los cultivadores. Finalmente, las robustas se pueden cultivar en zonas más bajas, entre 0 y 800 metros de altura, siempre y cuando se cumplan las condiciones climáticas: humedad y bastante luz directa. Es por lo que puede ser una alternativa muy interesante para el cambio climático.
En efecto, un estudio de la FAO sobre la variedad de café robustas en Vietnam es alentador. Es el documento: “Diversification by smallholder farmers: Viet Nam Robusta Coffee” (2007). Relata el éxito que se ve en el paso de 29 mil hectáreas cultivadas a más de 400 mil en 20 años. El 95% del área está en robustas. ¡Por algo es el segundo productor mundial de café! El estudio señala que la facilidad de manejo del cultivo ha sido una de las variables que más ha incidido en el vertiginoso desarrollo y gracias a una política del gobierno con asistencia y apoyo. El 85% del área corresponde a propietarios de menos de una hectárea, lo que indica que hay más de 450 mil fincas de familias de pequeños productores.
En otra investigación más reciente sobre café en Vietnam de Naciones Unidas, “Addressing smallholder resilence in coffee production in the central Highland, Vietnam” (2020), muestra cómo la importancia de la diversificación con sombra de frutales, aguacate y otros, que permite la variedad de robustas, lo mismo que su impacto positivo para los productores al reducir el riesgo de mono-dependencia. Lo que además ayuda al medio ambiente al dejar de ser tan intensivos en café y tener una mayor biodiversidad.
Como lo decíamos en esta columna hace algunas semanas, es un cambio fuerte en el paradigma de café suave y con prima de calidad en que hemos vivido en Colombia. Pero es una alternativa interesante para la sustitución de cultivos de uso ilícito en regiones de baja altitud. Por ello, insistimos en la importancia que el Ministerio de Agricultura y la Federación logren impulsar decididamente esta posibilidad, que además ayudará a mantener los ingresos por café en un mundo con cambio climático. Y un manejo de la biodiversidad.
Con una buena segmentación de mercado de nuestras exportaciones, se espera que no tenga efectos negativos en la marca Café de Colombia, una de las mayores preocupaciones de la Federación.
Así pues, Robustas y para pequeños productores puede ser una realidad para nuestro país. Las Robustas no solo operan en grandes plantaciones, sino en pequeñas también.