Ser alcalde de Supía es el mayor honor que he tenido en mi vida, el sueño desde niño que se hizo realidad y el cual asumí con toda la responsabilidad y compromiso para cumplir con la confianza entregada por los ciudadanos.
Luego de esta experiencia, puedo afirmar que los municipios y sobre todo los de sexta categoría, requieren de una innovación en la gerencia pública, buscando superar las barreras administrativas, que se fundamentan en la excesiva cantidad de trámites, vacíos de información, escasos recursos con muchas responsabilidades y demás situaciones a las que se ven expuestas las instituciones gubernamentales. Sumada a las circunstancias inesperadas que debimos afrontar los actuales mandatarios, recordemos que a los 67 días de iniciar el periodo de gobierno, nos vimos enfrentados en asumir las consecuencias del COVID-19, aspecto que se prolongó por casi 2 años; además, del estallido social generado por el paro nacional que provocó desabastecimiento de alimentos, afectaciones al comercio y deterioro en la convivencia ciudadana, todo con el objetivo de beneficiar políticamente al entonces candidato Gustavo Petro.
En el caso particular de Supía, adicional a estas situaciones vivimos la mayor emergencia invernal ocasionada por cinco inundaciones por el desbordamiento del Río Supía y las Quebradas Rapao y Grande, la mayor de ellas, el 3 de septiembre de 2022, que dejó más de 1.300 personas afectadas y cuantiosas pérdidas materiales; hoy, 15 meses después de lo ocurrido, el Gobierno Nacional no ha apoyado a los damnificados y el Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, Olmedo López, fue sancionado por negligencia administrativa al no escuchar las comunidades de la Guajira y el Atlántico, esperemos que pronto los entes de control se pronuncien por no atender la situación de Supía.
Bajo este contexto tan desalentador, se consolidó una estrategia que puede ser replicada en cualquier entidad territorial, la cual se basa en la perseverancia, la disciplina y el compromiso, aspectos que permitieron construir un modelo de gerencia regido por tres principios:
1. Trabajar en alianzas con el sector privado, la institucionalidad en todos sus niveles, la academia y las comunidades.
2. Fortalecer la capacidad administrativa de las comunidades para garantizar su vinculación a las estrategias del gobierno local.
3. Buscar el liderazgo comunitario de los proyectos luego de su ejecución.
El modelo de gerencia basado en estos principios, permitió generar apuestas en tres grandes estrategias transversales:
1. Supía “Pueblo Bonito”: transformar la infraestructura y establecer nuevos espacios para el desarrollo social, económico, deportivo y cultural del municipio, mediante obras de gran impacto: 40 vías urbanas pavimentadas, más de 5.000 m2 de áreas peatonales, 5.000 metros lineales de placa huella, remodelación de los siete parques, recuperación del centro vacacional Wainani Arena, la construcción del Centro Cultural Cultivarte y la creación de la galería de murales a cielo abierto más grande del departamento de Caldas.
2. Supía “Sede de Grandes Eventos”: desarrollar una permanente agenda deportiva, cultural y de entretenimiento, que fomentara la identidad del territorio y posicionara a Supía como eje comercial del occidente caldense, albergando eventos de carácter departamental y nacional entre los que se destacaron: el clásico RCN, la vuelta a Colombia, las competencias de BMX, el fomento cultural en la feria de la colación, y la continuidad del programa de salas concertadas impulsada por la remodelación del teatro municipal, entre otros.
3. Supía “Polo de Desarrollo”: priorizar el acceso al agua de calidad para fomentar la competitividad en el área rural a través de intervenciones en la infraestructura física en 32 de los 35 acueductos comunitarios, además, el impulso de los emprendimientos mediante la creación del “mercado de la gente” y las comisiones empresariales de las Juntas de Acción Comunal, así como la creación de la Secretaría de Movilidad, la cual se consolidó como líder regional en cuanto a la ejecución de trámites, y la aprobación del Plan Integral de Desarrollo Supía 500 años, siendo la visión del municipio hacia el año 2040.
Este balance me permite dejar el cargo de alcalde con la convicción de haber tomado decisiones que generan bienestar y estableciendo los lineamientos para continuar avanzando en la senda del desarrollo, siendo estas las bases para ser un municipio pionero en la región. Sea esta la oportunidad para ofrecer mis más sinceras disculpas por los errores cometidos, pero pueden estar seguros que todas mis acciones buscaron siempre lo mejor para Supía.
Al alcalde electo, Héctor Mauricio Torres Álvarez, le deseo una gestión exitosa, y finalmente le agradezco a todas las personas que con su trabajo permitieron la materialización del sueño de la Supía Productiva y Educada; en el 2024, continuaré plasmando mis opiniones en esta columna, esta vez en mi rol de ciudadano caldense.