Los hospitales en Colombia se encuentran clasificados en alta, media y baja complejidad, según la Resolución 5261 de 1994, siendo de alta complejidad aquellas instituciones que poseen médicos con la mayor cualificación y tecnología avanzada; de mediana complejidad son quienes atienden patologías de intermedia severidad con profesionales especializados; por su parte, los de baja complejidad presenta personal general para atender aspectos asistenciales. Estos últimos, son la gran mayoría del país, encontrándose en municipios pequeños, los cuales deben generar grandes esfuerzos para entregarle los servicios de salud a sus pobladores, debido a que poseen pocos recursos y bajas capacidades administrativas.
En Caldas, el Hospital Santa Sofía es el único de alta complejidad público, por su parte de los 29 Hospitales públicos del departamento, el 79% son de baja complejidad, ubicados en 22 de los 27 municipios caldenses, evidenciándose que la gran mayoría de los ciudadanos deben ser atendidos en estas instituciones, las cuales se enfrentan a importantes retos para brindar sus servicios, siendo necesario establecer estrategias para que puedan avanzar y superar las necesidades que presentan, entre los que se encuentran:
1. Pagos a cargo de las EPS: el sistema de salud de baja complejidad está en riesgo para operar e invertir debido a la débil solidez financiera generadas por las demoras en los giros a cargo de las EPS, presentándose una alta cartera que ha convertido a los gerentes de los hospitales en “chepitos”, sumado a que muchas de estas instituciones quiebran y no pagan, generándose una crisis de ingresos.
El Hospital San Lorenzo de Supía, actualmente tiene una cartera de aproximadamente 1.200 millones, generando que debilite su operación en algunos servicios esenciales para la población, debido al alto valor que le adeudan.
2. Fortalecer las condiciones del personal de la salud: este aspecto requiere implementarse con urgencia, siendo un aspecto de justicia y reivindicación para este importante sector, sin embargo, los hospitales de baja complejidad deben realizar múltiples acciones para que los médicos acepten ingresar a sus plantas de personal, generándose vacantes, debido a que como son un grupo pequeño de profesionales presentan una alta demanda laboral.
Recientemente, en Pensilvania se generó una grave situación de salud por la falta de médicos en el Hospital San Juan de Dios, debido a que los profesionales prefieren ejercer en las ciudades capitales, esta situación se ha presentado en otros municipios del departamento.
3. Deudas por la atención migrante: el Ministerio de Salud les adeuda a los hospitales millonarios recursos por la atención de población migrante, generando que las pequeñas localidades asuman desde las finanzas públicas las acciones para brindarle a los ciudadanos la atención adecuada.
De acuerdo a la DTSC, la deuda a los hospitales públicos de alta y mediana complejidad en Caldas por este rubro asciende a los 6.000 millones de pesos, generando claramente un factor adicional para agudizar la salud en el departamento.
4. Desabastecimiento de medicamentos: esta situación que se está presentando en todo el país y que generó la salida del director del INVIMA, no es ajena al departamento, identificándose ausencia de medicinas para enfermedades crónicas, ocasionando que muchos caldenses se encuentren en peligro debido a la interrupción en sus tratamientos.
En el Hospital San José de Viterbo, se presenta la carencia de medicamentos, situación que se vive en toda la red pública hospitalaria, fortaleciendo la crisis en todo el sistema.
5. Infraestructura hospitalaria: se evidencian necesidades en las instalaciones de los servicios de salud, siendo necesaria la dotación en equipos y mejoramiento de locaciones que permitirían ampliar la oferta.
El Hospital San Simón en el municipio de Victoria requiere de inversión en su estructura física, aspecto que lo potenciará, entregándole las condiciones adecuadas para su operación.
La salud de los caldenses requiere fortalecerse, siendo necesario establecer un plan ambicioso pero cumplible para los hospitales de baja complejidad, el bienestar de miles de ciudadanos está en juego, la reforma que está cursando en el Congreso, debe entregar respuesta a estos y otros retos, para que, de esta manera, quienes habitamos las pequeñas localidades podamos acceder a mejores condiciones de vida.