Concluirá esta semana, otra vez en la fase todos contra todos, y por octava ocasión consecutiva en un lapso de cuatro años y medio, la participación de Once Caldas en la Liga Betplay, siendo uno más, sin responder a su glorioso pasado, y en plan de enmienda como sucede cada semestre.
Demasiados fracasos del proyecto liderado por Tulio Mario Castrillón en razón a las decisiones erradas respecto a la elección de los técnicos, la consecución de los refuerzos, las comunicaciones internas y externas, el relacionamiento con el medio, y el desconocimiento del producto base.
Administración que incumple el objeto social de la compañía, creada para entretener, representar la región, y competir, principios suplantados por intereses económicos de los que se precia el dirigente, sin detenerse en las doctrinas sociales y sentimentales que implica como insignia del departamento.
Duro golpe este semestre porque se creyó contar con una nómina estelar por los nombres que había, en su mayoría con palmarés, pecando por actualidad, con muchos en función de salida, agotado su repertorio, y mermados en sus facultades.
Comenzar con Diego Corredor fue el primer desacierto; intentaron recomponer con Elkin Soto, de estupendo interinato, pero estaba acordado que llegaría nueva cúpula, y en la octava fecha asumió Pedro Sarmiento, con el apoyo de Hernán Darío Herrera y Gustavo Chaverra.
Como cualquiera otro lo hubiera hecho, apeló a los veteranos, montó un equipo sub-30, y empezó el viacrucis, nueve jornadas para hallar la victoria, y un nivel en cifras pobre, 12 partidos, seis empates y cinco derrotas, para solo 9 puntos de 36, promedio 25%.
Hubo punto de quiebre ante Jaguares; Sarmiento modificó plantel y módulo, y aunque se perdió, las sensaciones fueron agradables, ratificadas en el posterior triunfo 2-0 sobre Junior, y corroboradas en los empates con Medellín y América, como si fuese un nuevo comienzo.
Con un plantel reducido por la baja de no menos de 10 futbolistas, indicativo de que van para afuera, y con los muchachos –mérito del entrenador– Once Caldas deja entrever propuesta de juego, con ideas claras de presión, ataque y posesión, infortunadamente sin gol.
Es increíble, en la era Sarmiento 10 tantos convertidos, cinco de Dayro, y los restantes de defensores, Torijano por dos, Dannovi, Correa, y Cardona, o sea, los atacantes y los volantes de llegada son ineficaces, constituyéndose en el primer punto por resolver para la próxima temporada.
Un artillero que acompañe al tolimense, un creativo con fútbol vertical, extremos, laterales, y hasta un mediocampista de marca, prioridades urgentes para conformar el tendido, apostándole en parte a la juventud, como lo hace la mayoría de los clasificados.
Se habla de modificaciones estructurales, que bien le cabrían a este Once Caldas tras los sinsabores acumulados, y esa inadecuada gestión que impide el empoderamiento de los 11 mil y más que lo acompañan en Palogrande, y de una ciudad que vibra al ritmo de sus éxitos.
Tampoco el buen cierre, porque lo reciente está por encima del rendimiento de la temporada, puede obnubilar, y es un hecho que no varía, el asunto es de materia prima, con una lección para aquellos sin presente, llenos de galardones y reconocimientos, en el sentido de que los ciclos tienen su final.
P.D.: Bolillo Gómez y Alexánder Guimarães se quejaron de la mala presentación de sus equipos, Junior y América, frente a Once Caldas, sin admitir que el rival los supo contrarrestar, les cortó circuitos, líneas de pase, y anuló a los desequilibrantes, motivo para entender que se va en la dirección correcta, y que el tema es de refuerzos.
Hasta la próxima...