El carrusel de emociones que provoca Once Caldas en el sube y baja de una campaña irregular, tuvo su pico alto esta vez venciendo al Pereira en su estadio, respaldado por miles de fanáticos que siguen siendo lo mejor del equipo, y de un oportunismo bárbaro frente a
las circunstancias.
Rompió el hechizo, después de cuatro derrotas en igual número de fechas actuando como visitante, y dos consecutivas por calendario, contra Pasto allá, y la sorpresiva y frustrante ante Huila hace ocho días en Palogrande. Ganar fue un bálsamo, ratificando además la supremacía en el clásico.
Tenía que recuperarse, y lo hizo, desde el pragmatismo, por la viveza y capacidad goleadora de Dayro Moreno, autor de doblete, y por el acertado manejo del banco cuando Pereira atacó, pues con las variantes, Once Caldas le dio pausa al juego, y aseguró el resultado.
Dayro va enfilado por el récord como artillero del fútbol colombiano. Llegó a 213, se puso a cuatro de Valenciano (217), y a once de Galván Rey (224). Con 7 anotaciones lidera el botín de oro, y al cuadro matecaña le convirtió los tres este semestre que significaron seis puntos.
El ídolo responde, y cuando se lo propone, marca la diferencia en un plantel con vacíos, lleno de novedades por el regreso de Cardona, la ubicación de Riquett en remplazo del lesionado Correa, la utilización de los extremos Miranda y Lemos, y la vuelta a la titular del ecuatoriano Arce.
Un primer tiempo sin visitas a los arcos, hasta que el tolimense se las ingenió aprovechando un rechazo defectuoso de Angelo Rodríguez hacia atrás, para eludir a Aldair, y marcar a puerta libre. En el complemento, a los 26 segundos, amplió de cabeza a centro de Miranda.
Ventaja cómoda, para cuidar, aunque entendible la reacción matecaña, impulsada por el penalti convertido por Ramírez, en clara falta de Cuesta sobre Fory, hasta que llegó el segundo momento de Once Caldas, el ingreso de Yeiler Valencia y de Esteban Beltrán por Luis Miranda y Billy Arce.
Allí murió cualquier posibilidad del local que lo buscó por derecha con un "pelao" Javier Mena, muy rápido, gambeteador, aunque bien controlado, y Once Caldas con posesión, parándose en campo contrario, y disposición, selló su primera victoria a domicilio en la era
de Pedro Sarmiento.
Otra vez se notó la experiencia de los técnicos, Sarmiento y Herrera, y hablo del segundo porque se paró en la raya por la sanción del titular que tampoco estará contra Envigado.
Pereira no inquietó, y las veces que llegó, estuvieron prestos Torijano y Riquett, otros de
los destacados de la tarde.
Bueno lo de Cuesta y Cardona por las laterales. Fallan los filtros en la primera zona, Montaño y Pérez no quitan, tiene mayor vocación ofensiva que de marca, y eso deriva en desorden, haciendo que los defensores soporten toda la carga ofensiva, y muchas veces se vean zonas libres en mitad de terreno.
En fase ofensiva pusieron los ´punteros’ pero el nivel es bajo, a Miranda lo salva el pasegol a Dayro, y lo de Lemos se remite a voluntad, y a un disparo en distancia. Billy Arce anduvo perdido, no pesó, y Johar Mejía y el debutante Johan Cumana, se fueron en blanco ingresando sobre el final.
Es el hoy de Once Caldas, y por eso los vaivenes en su funcionamiento, sin continuidad, capaz de quedarse con el clásico, e insuficiente frente al colero en su patio, de allí que sea tan difícil aventurar un pronóstico, siendo necesario centralizar propósitos en la permanencia.
Se viene una maratón de partidos, cuatro en 10 días ante Envigado, Unión, Equidad y Alianza, primero y tercero en casa, que podrán marcar sentencia, ganables sobre un presupuesto optimista, que uno sabe no son fáciles, pero si algo se quiere, son los que salvarán la categoría.
Hasta la próxima...