Está bien que Once Caldas sea discreto, tenga una nómina floja, llena de veteranos, y que realmente, como lo muestra la tabla, sea el peor de la liga, pero también tiene una suerte miserable, le pasa de todo, y la campaña está enmarcada por hechos insólitos.
Contra Chicó, Dayro estrelló dos remates en los palos, y el VAR le invalidó gol con cierto sabor de iniquidad. Frente a Alianza, un "pepazo" que difícilmente repetirá Efraín Navarro desde 35 metros, y un autogol de Marlon, en cuestión de siete minutos lo pusieron en aprietos.
Ante Unión, cuatro opciones falladas, y desventaja en un error de Artunduaga. En Envigado, la figura fue el portero Parra. En el clásico con Pereira, al minuto de juego estaba 0-1 abajo, y en Neiva, a Riquett lo expulsaron, y Ortiz se comió el tanto de la derrota.
Solo hablo de la era Sarmiento, en la que pululan estos pasajes nocivos, como ese gol en Montería al 96 después de que Once Caldas creara diez oportunidades, mal finalizadas, dado que es uno de los problemas del equipo, hoy con nueve partidos al hilo sin conocer victoria.
Un inútil traslado de Danovi a los 93, teniendo línea de pase con Dayro listo para concluir, y un "tirito" del goleador al portero con Araujo dispuesto a recibir (95), antecedieron la conquista de Jaguares, con unos espacios increíbles, sin que Chaux (figura) pudiera evitarlo.
De los múltiples arribos desperdiciados, dolorosos en la etapa inicial los de Lemos, minuto 17 a rebote de Soto tras disparo de García, y al 41, a centro de Cubides, y luego, al contrario, Cubides enredado, se cayó, a pase de Lemos. Pecan por potencia y fundamentación.
En el segundo, "regalazo" de un defensor a Correa (51) que no supo concretar, ni tampoco Cubides en el complemento de la acción. Luego, al 55, otro impacto del ‘pecoso’ que paró Soto en el ángulo inferior derecho, y las ya relatadas previas al triste desenlace del encuentro.
Insólito, no hay quien ultime las jugadas en el área, y como "el que no hace los goles, los ve hacer" el rival festejó un logro que tenía embolatado, más allá de que, especialmente en dos gestiones ofensivas, Chaux estuvo brillante, volando sobre los costados.
Juego intenso, abierto, con una propuesta novedosa, atrevida, y para mí, acertada por parte de Pedro Sarmiento al llevar a la cancha un plantel sin Sherman, ni Dayro, y con Moran, García y Cardona, en plan de titulares, con un módulo versátil según las exigencias.
Total, el técnico hizo lo que algunos pedíamos, y no ganó por la ineficacia de sus hombres, perdiendo en el cierre por la suerte perversa que lo acompaña, sin reproches hacia sus decisiones, porque lo intentó, modificó, y en el campo quienes resuelven son los jugadores.
Cosa curiosa. Jaguares anotó cuando estaba la base que venía utilizando, los experimentados Sherman, Dayro, Jiménez, Araujo y Artunduaga, a quienes citó para que tuvieran participación. Yo, hubiera procedido igual, se supone que con ellos había que rematar.
Pero nada, porque la racha negativa continua, las cargas pesan demasiado, la fortuna se distanció, y Once Caldas parece condenado a sufrir lo indecible esta temporada, siendo preferible meterle dinámica con los ‘pelaos’ que sufrir con los mayores que van de salida.
Una lástima no haber sentenciado esa bonita presentación de los jóvenes, pero al menos Sarmiento demostró que no es resistente al cambio, que se está trabajando, que hay mejoras, y que, definitivamente, hacen falta piezas clave, entre ellas un goleador, y un creativo.
Finalmente, y dentro del pentagonal que disputa con los coleros para salvar la categoría este año, magra jornada, solo perdieron Once Caldas y Cali, y sumaron de a tres, Unión, Huila y Alianza Petrolera, con un calendario al frente complejo, y preocupante.
Hasta la próxima…