Por la mínima diferencia, definiendo las únicas oportunidades que tuvo en sus dos primeros partidos, sin recibir gol, con lo cual ratifica su poderío defensivo, y sin mucha claridad ofensiva, Once Caldas encabeza la tabla de posiciones.
Seis puntos que valen oro frente a rivales sobre los cuales se debe imponer supremacía: Chicó allá y Águilas en Palogrande aumentando a 43 unidades el producido en reclasificación, lo que supone una base importante para alcanzar cupo en un torneo internacional.
Sin excesos, aprovechando sus mejores pasajes, como sucedió contra Águilas, dirigido por el manizaleño Jorge Luis García, partido en que el control y las opciones fueron para el visitante, excepto durante los primeros 15 minutos del complemento, cuando marcó la diferencia.
Fútbol práctico, mientras se recupera la forma y engranan las fichas recién incorporadas, con un trabajo acumulado que representa continuidad, lo que podría tipificarse como proyecto, sustentado en un comportamiento defensivo impecable, en cuanto a movimientos y respuestas individuales.
Tanto es así que no se trajeron jugadores para esa zona. Llegaron refuerzos de corte atacante: los extremos Michael Barrios, Jefry Zapata y Joel Contreras, el delantero Jesús Hernández y un creativo, Lucas Barrios, sustituto de Billy Arce, quien partió al Santos de Brasil.
Para un equipo medido en la inversión, que no contrata figuras y con antecedentes de vincular más cantidad que calidad cada semestre, lo recomendable era remendar las fisuras y así se hizo. Del aporte de los nuevos dependerá el incremento del potencial ofensivo.
En dos fechas, Michael Barrios se perfila como una buena contratación. Activó las bandas con su gambeta corta, velocidad y remate. Los demás están por verse, teniendo material para escoger: John Araújo, Luis Palacios, Joel Contreras, Jefry Zapata y Felipe Cifuentes.
Aparentemente, es más de lo que había y para posiciones con carencias en la liga pasada. El Once Caldas tiene la ventaja, además, de que mantuvo el cuerpo técnico, con una labor desarrollada y un sistema definido.
Dentro de esas acciones funcionales, ya mecanizadas, el orden defensivo con un portero que es prenda absoluta de seguridad y un cuarteto posterior rendidor liderado por Sergio Palacios. De hecho, James Aguirre ya salió destacado en los duelos disputados.
Mateo García es hombre de ida y vuelta, dinámico, claro en su fútbol; y si se concreta el regreso de Robert Mejía sería un complemento maravilloso. Un reforzamiento clave en esa estructura de marca cada vez más consolidada.
En el plan de mejorar el funcionamiento ofensivo hay labores pendientes como la pelota quieta. Con la salida de Billy Arce no quedó un cobrador efectivo, sabiendo que es una de las alternativas, igual que el fútbol aéreo y los disparos desde fuera del área.
Ojalá Ríos asuma esas tareas, que requieren muchas repeticiones, para que los remates a puerta o los centros tengan consecuencias positivas. Hasta ahora se aprecia poca certeza en los cabezazos y son desfasados los balones que envían desde los costados, sobre todo Cuesta y Palacios.
Es una nómina ajustada a las políticas dirigenciales, sin el relumbre de los clubes históricos que se armaron convenientemente, con afán de revancha después de su fracaso reciente, repatriaron estrellas y comenzaron venciendo, elevando el listón y las exigencias de la Liga.
Aplica la premisa de que lo importante es ganar y es distinto corregir sobre resultados. Nada sobra, ojalá tampoco falte, pero las sensaciones son agradables y este Once Caldas empezó con el pie derecho. Ahora se viene Nacional, que es a otro precio, aunque ya lo superó en un amistoso hace quince días.
Hasta la próxima...