Perdió Huila, empató Unión, y ganó Cali, pero lo hizo sobre Alianza Petrolera. En suma, tres resultados que favorecen a Once Caldas dentro del pentagonal en el que convirtió la Liga, con el objetivo central de no ceder la categoría esta temporada.
Tanto es así que, aunque el duelo visitante contra Medellín quedó postergado, y pese a que conservó el ‘farolito’ y es tercero en el descenso, solo los azucareros sacaron ventaja, en lo que aparentemente es el resurgir del proyecto Pinto, motivado por razones económicas.
Sin posibilidades de clasificar, ni de elevar contenidos, Once Caldas debe preocuparse ahora por sus vecinos de la cola, y para el efecto, obtener cada jornada dividendos superiores a los de ellos para marcar diferencia mientras se estructuran soluciones para el segundo torneo.
En un principio el presupuesto eran 25 unidades, sin boleto para la siguiente fase porque1 adquirirlo implicaría mínimo 30, y ya matemáticamente no alcanza (faltan 18 y acumula 11), y si con 29 se pudiera, habría que hacer campaña perfecta, y no hay con qué, ni con quién.
Clave, entonces, aumentar esa cifra hasta lo máximo (no menos de 20) y promover reformas significativas, sustanciales, cuantitativas, con caras nuevas, para el siguiente campeonato, historia común para la actual administración que semestralmente hace lo mismo, sin éxito.
Por eso la referencia del pentagonal como alternativa de protección inmediata hasta recomponer el plantel, y para evitar apuros. Lo demás es fantasía, pretender buen juego, presión, control sobre el rival, y niveles altos, parece imposible con la nómina actual.
El enfermo está grave, los medicamentos hay que suministrarlos, y proveerlos es la forma de sostenerlo (con lo difícil que resulta a mitad de año) acertando sobre el diagnóstico, y atendiendo la receta del cuerpo técnico que debe estar trabajando sobre el tema.
Urgente, reforzar las bandas: ni los laterales, ni los extremos funcionan; recuperar los arqueros; que Sherman con su ´futbolito’ se atreva en zonas de riesgo para que se certifique como el conductor elegido, y que se llegue a gol, pues la inoperancia es absoluta.
Con 10 anotaciones en 14 partidos es el segundo menos efectivo, superando solo a Bucaramanga, que lleva 9. Y en contra, es el tercero en la estadística, por detrás de Huila con 23 y Unión con 19, viendo caer su valla en 18 ocasiones. Y pensar que era su fuerte.
Total, la renovación es el camino, y las experiencias pasadas no son gratas. Cada semestre contrata por ‘volquetadas’ ante la falta de osadía, y de conocimiento, con el agravante de que hasta los consagrados fallan, léase Sherman-Dayro, la mejor sociedad de 2022.
La tesis es seleccionar y gestionar, con el visto bueno de Pedro Sarmiento, antioqueño, la tierra donde pulula el talento, siendo útil consultar con su entorno porque una manera sería la que tantas veces se practicó en épocas de crisis, traer juveniles bien recomendados.
Es tiempo de plantear soluciones, y probada está la dificultad con la materia prima, lo que invita a revisar tarea en las divisiones menores, pues teóricamente no hay quienes den una mano para intentar ese cambio, que otros clubes si lograron apelando a sus muchachos.
La realidad, terminar con decoro, más mal no se puede jugar, ni el ridículo puede ser mayor. Basta con mirar los choques directos frente a los del ‘pentagonal’ para entenderlo, se perdió con Huila y Alianza, y se empató con Unión y Cali.
Ganar es un verbo que no saben conjugar en el Once Caldas. Y se viene Chicó, mañana.
Hasta la próxima...