Martha Luz Páez Cala * [email protected]

 

En la familia se dan las primeras enseñanzas y bases de la formación integral. Se aprenden actitudes y valores como cimientos para la vida personal y social. Educar es formar, enseñar a vivir y a convivir.

La educación familiar se da a través del ejemplo, más que con las palabras. Por ello es relevante la coherencia, honestidad y buen trato. Los menores cuyas familias presentan dificultades, puede reflejarse en fallas para integrarse a la sociedad y al ambiente escolar.

Semejanza entre un aula de clase y el contexto familiar:

Los docentes son los padres, modelos que imitar, quienes enseñan con su ejemplo, su estimulo y motivación.

Los métodos y estrategias didácticas son los estilos de comunicación y de interacción familiar. En el estilo pasivo hay temor a expresarse. El estilo agresivo busca imponer, intimidar. En el interpretativo la persona parte de suposiciones que no confirma. Un estilo asertivo es el más adecuado, dado que corrige los errores que presentan los anteriores. El estilo pedagógico está conformado por las actividades que se realizan en el hogar.

La disciplina, representada por las normas y la forma como se maneja la jerarquía o el sistema de autoridad en el hogar. Enseñar normas no significa emplear el castigo físico; el tipo de castigo que se privilegie enseña al menor como relacionarse con otros.

La motivación son las atribuciones, exigencias, expectativas y refuerzos.

Los materiales educativos son los diversos objetos del hogar y los condiscípulos son los hermanos, primos y demás menores que conviven y comparten en el hogar.

¿Que tipo de aula representa para nuestros hijos el ambiente familiar? ¿De qué manera los estamos formando?

 

* Magíster y docente de la Universidad de Manizales.