Nuestra región cafetera se ha distinguido desde su inicio por ser amiga de la educación, la cultura, la urbanidad, el buen vivir para todos, hasta el punto de ser llamada Eje de la Educación en Colombia, que hoy ofrece una buena cantidad de universidades y centros de educación para niños, jóvenes y adultos.
En la distribución de terrenos para la nueva población, Manizales, ya en 1850 figuraba el terreno para el templo, la sede del gobierno y la escuela. El 26 de enero de 1910 se creó la Normal de Señoritas, brillo del interés no sólo de educar nacientes generaciones, sino de educar educadores. Además, años más tarde al extenderse el departamento con centros rurales alejados del área municipal, el 22 de mayo de 1937 se creó la Normal Rural de Caldas para la educación de la juventud del campo.
Años después funcionaron las escuelas campestres de La Enea (donde hoy es el Recinto del Pensamiento) que tenía un elegante local para internado y aulas de clase para hijos de trabajadores del campo, en especial con acento cafetero. También gozaron de inmensa fuerza las escuelas campestres de Villamaría, con la misma modalidad de las anteriores.
Niños y jóvenes del campo se formaron para abrir horizontes de conocimiento y posibilidades; en esto hay que destacar la acción del Comité Departamental de Cafeteros de Caldas, que además edificó escuelas en las veredas, con sus carreteras para el transporte del campesino y sus productos a las plazas de mercado central.
En la década de los años 40, hasta la de los años 60 varias parroquias de Caldas y Colombia abrieron la oportunidad de la educación para padres e hijos en el servicio de la primaria y la producción agrícola mejorada, gracias a la laureada empresa Radio Sutatenza, obra evangelizadora de la Iglesia que introdujo la “escuela por radio”: cada casa era un aula de aprendizaje y progreso. Vale la pena asomarnos a estas realizaciones que nos dicen que se han dado pasos de progreso comunitario que trajeron un despertar al sector rural.
Gratitud a quienes con creatividad han puesto esfuerzos y ayudas en búsqueda de un desarrollo más justo y con mejores oportunidades para todos. Que el odio actual y la manía de desacreditar todo pasado no nos lleven a olvidar los esfuerzos de nuestra raza creyente y pujante hacia la paz.