¿Te pasa con cierta frecuencia que, al empezar a leer un texto no lo terminas, o por alguna razón sientes que no eres constante en la lectura? Esto pasa a menudo, por eso la columna está destinada a compartir ideas sobre cómo puedes desarrollar el hábito de la lectura en seis pasos claves:
1. Elige libros de tu interés. Uno de los grandes errores que cometes es obligarte a leer un libro que no gusta, a menudo, porque alguien más te indicó que debías leerlo. Eres quien elige lo que quieres o no quieres leer, debes tomar decisiones ya que existen libros para todos los gustos; buenos y malos: los hay líricos, épicos y dramáticos, pero tal vez te interesen cuentos y novelas, enciclopedias o diccionarios, manuales o ensayos, hay libros ilustrados, sagrados y biográficos, hay comics, sagas, trilogías y musicales. Para tomar una decisión racional e informada, debes reconocer lo que te apetece leer entre todo aquello que está disponible, eso sí, elige buenos libros.
2. Lee, a pesar de las distracciones. Muchas personas dejan de leer tan pronto como la fatiga ocular, la falta de comprensión del vocabulario, o el entretenimiento del celular aparece; independiente de cuales sean los distractores, es necesario combatirlos, así por ejemplo: al tomar pequeños descansos, o leer en voz alta e incluso apagar el teléfono durante el tiempo destinado a la lectura, son supuestos de las medidas que se han de tomar para contrarrestar aquello que distrae o desmotiva el ejercicio lector, el cual involucra esfuerzos cognitivos y físicos.
3. Forja una experiencia positiva. Por lo anterior, conviene que aprendas a leer con gusto y para ello debes hacer tus propios descubrimientos y preparativos, digamos eligiendo un lugar acogedor dentro o fuera de casa, prepara una taza de chocolate, velas aromáticas, quizá desees escuchar música de fondo o disfrutar de iluminación natural; puedes ponerte en una cómoda postura, disponer de algún comestible y de una libreta de apuntes. Leer es algo así como preparar una cita para alguien especial, con la pequeña diferencia que sabes que los preparativos son para ti.
4. Ajusta tu tiempo. Independientemente de tu ocupación o disponibilidad de tiempo, empieza por dedicar 15 minutos diarios a leer en el momento que te sea conveniente, siempre a la misma hora para generar la sana costumbre; ya verás que muy pronto ese tiempo te parecerá escaso y desearás prolongarlo, pero recuerda, los minutos que dedicas no deben ser una carga para ti.
5. Lleva el texto contigo. Hoy no solo puedes leer libros impresos sino electrónicos, mediante tabletas, kindles y celulares. Procura entonces portar el libro igual que llevas objetos de valor en el bolso para que en momentos de receso, al ir de viaje, en la fila del banco o mientras esperas turno en el hospital, puedas aprovechar el tiempo con tu lectura.
6. Comparte, escucha y debate. Para llevar este hábito a un máximo nivel puedes empezar a participar en clubes de lectura gratuitos de esos que se encuentran en redes sociales. Si lo prefieres, puedes encontrar una amistad que comparta el gusto por la lectura y tómate el tiempo de platicar sobre lo que vas aprendiendo; de esas conversaciones obtendrás grandiosas reflexiones que te enamorarán aún más del oficio de leer.
Mis sugerencias no serán únicas, podrías encontrar otras formas muy útiles para desarrollar el hábito de leer que se adapten a tus necesidades personales, sin embargo, estas claves son las que me han funcionado y también a muchos de mis estudiantes. Leer es lo importante en un mundo en el que la pérdida de significado es inminente.