Como no ocurría en Colombia, por lo menos en la historia reciente, el país tendrá que escoger el próximo 19 de junio entre dos liderazgos populistas claramente antisistema. Uno de izquierda, encarnado por el aspirante Gustavo Petro, del Pacto Histórico, y el otro más afín a la derecha, en el nombre del ingeniero Rodolfo hernández, quien se convierte en el gran fenómeno político de la jornada, al sacarle cerca de un millón de votos de ventaja a Federico Gutiérrez, del Equipo por Colombia.
Los resultados de ayer dejan varias conclusiones muy claras que se convierten en enormes desafíos que los dos candidatos finalistas tendrán que resolver en las próximas tres semanas. Por un lado, Petro, quien esperaba ganar en primera vuelta, no pudo alcanzar esa meta, y con 8 millones 524 mil votos se mantiene en las mismas cifras logradas en la segunda vuelta presidencial del 2018. Ese parece ser el techo de sus seguidores, y será muy difícil que pueda incrementar sus respaldos.
En el caso de Hernández, es muy sorpresivo que haya logrado 5 millones 952 mil votos, tomando en cuenta que ningún partido político lo acompañó oficialmente, y que su discurso se fijó en un mensaje simple de lucha contra la corrupción, y que además rehuyó a los debates televisivos. Como si fuera poco, tampoco hizo una gran inversión publicitaria en medios tradicionales, ni en las calles, y tampoco le preocupó hacer grandes manifestaciones públicas. Su estrategia se basó en impulsar un mensaje directo por las redes sociales.
En el caso de Caldas es bastante sorpresivo su triunfo sobre los demás aspirantes, si observamos que no tenía ninguna estructura política que lo acompañara.
Para la segunda vuelta será clave el destino que tomen los 5 millones 54 mil votos obtenidos por Gutiérrez, que se pueden clasificar de manera clara como antipetristas. Una matemática simple de sumar esos respaldos a Hernández lo dejarían como el nuevo presidente de los colombianos, sin duda. Y también será clave saber el camino que sigan los 889 mil colombianos que respaldaron a Sergio Fajardo, de la Centro Esperanza.
Seguimos pensando que un posible triunfo de Petro en segunda vuelta sería un salto al vacío y una amenaza al sistema, pero también es necesario que el ingeniero Hernández hable claramente acerca de sus propuestas de gobierno, que de manera aterrizada muestre un programa de gobierno completo, serio y coherente, que le deje claridades a los colombianos acerca de los alcances de su plan para liderar a Colombia en los próximos cuatro años, y que sepamos muy bien para dónde iríamos en el caso de su triunfo el pròximo 19 de junio.