El mismo cronograma presentado por la Gerencia de Infimanizales en el Concejo Municipal evidencia que faltan aún dos semanas para que se realice la audiencia de adjudicación y apertura del sobre económico, que corresponde a la propuesta del consorcio interesado en la construcción de la Línea 3 del cable aéreo, y por ello es apresurado que el alcalde Carlos Mario Marín dé como un hecho en redes sociales ese proyecto. Aún hay mucha tela para cortar, si se tiene en cuenta, además, que la gestión predial no está completa.
Estamos a la espera de que este sábado se publique el informe de verificación o evaluación, y el 12 se hagan sus debidas observaciones, para que más adelante pueda abrirse la propuesta presentada por la Unión Temporal Cable Aéreo L3, conformada por Ingecables, Leitner, Ricaurte Valencia y Diego Tamayo. Es evidente que si la propuesta no es conveniente para la ciudad cabe la posibilidad de declarar desierta la licitación y el proceso tendría que repetirse. Entre otros, ese es un factor que hace impertinente que se esté mostrando ese proyecto como un hecho.
Hay inquietudes acerca de que haya un solo oferente, y es válida la preocupación. Sin embargo, siendo realistas, no son muchas las empresas en el mundo dedicadas a la construcción de cables aéreos y que tengan la experiencia que garantice un trabajo de calidad. Ya la multinacional Leitner conoce Manizales, donde construyó las dos líneas existentes, y lo cierto es que esas obras fueron bien ejecutadas.
Otro reparo tiene que ver con los terrenos necesarios para el desarrollo de la obra, desde Los Cámbulos hasta el sector de El Cable, y es legítimo el temor acerca de que se repita lo que pasa con la glorieta de Los Cedros, donde todavía no se negocian los terrenos que se requieren para la obra, y ya se completan cerca de dos meses sin que avancen las obras al ritmo en el que se generaron expectativas.
Con relación a los terrenos de la Universidad de Caldas, en el sector de La Gotera, lo mejor sería que se pudiera llegar a una negociación entre Infimanizales y el centro educativo, sin tener que acudir al odioso procedimiento de la expropiación administrativa. Lo cierto es que una estación del cable en ese lugar sería muy beneficioso para quienes estudian y trabajan en la universidad y sus terrenos, en general, van a valorizarse. Hay un ofrecimiento del Municipio por $2 mil 305 millones 814 mil 400, que puede discutirse y buscar en el resultado un beneficio general para la ciudad.
Así que, si finalmente, sin apresuramientos, el 24 de agosto el resultado es que se firme el contrato con el único proponente que hoy se tiene, será necesario garantizar que se cuenta con todos los elementos necesarios para que la obra se ejecute de la manera adecuada. Es una inversión de $151 mil millones que exige ser muy rigurosos en el seguimiento a la construcción. No puede quedar duda alguna acerca de la transparencia del proceso y de la conveniencia de lo que se está haciendo para la ciudad.