Como si no se hicieran los esfuerzos suficientes para que los colombianos evitemos la quema de pólvora por estas épocas, en todo el país se reportó durante las festividades navideñas una cifra exagerada de personas quemadas con estos explosivos, entre ellos gran número de menores de edad. Hasta la madrugada del primero de enero se tenía un total de 980 reportes.
En comparación con el año pasado el incremento de lesionados durante diciembre rodea el 40%. De hecho en diciembre del 2020 los reportes de lesionados fueron de 725. Algunos pueden pensar que estos dos años no son comparables, debido a las fuertes restricciones que se tenían en el país, debido a la pandemia de la covid-19. Sin embargo, la realidad es que las cifras del 2021 son las más altas de los últimos cuatro años, lo cual significa un retroceso.
En diciembre del 2018 fueron 832 lesionados; 839 en 2019 y 725 en 2020. Hay posibilidad de que con los reportes de siempre aparecen de manera extemporánea, la cifra del 2021 termine por encima de los mil casos. Es, evidentemente, un incremento excesivo, cuando lo que se necesita es bajar las cifras de estos casos y aspirar a llegar algún día a cero, pero lo que vemos es todo lo contrario, como si las campañas que anualmente se emprenden en las distintas regiones para el control de esta mala costumbre no sirvieran para nada.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, mientras que los adultos lesionados fueron 691, la cifra de menores de edad fue de 289. Del total, en 300 oportunidades la lesión se presentó en personas que a la vez que quemaban pólvora ingerían licor, lo que agrava el panorama. El día con mayor número de quemados fue, justamente, el 31 de diciembre con 114 casos, por encima de los 109 que fueron reportados el 25 de diciembre. También en Caldas la fiesta del Año Nuevo dejó la mayor cantidad de lesionados con pólvora, con 11 casos reportados en una sola noche, para completar 31 casos en todo el mes, 8 de ellos en Manizales.
En el panorama general, por regiones, la región más crítica fue el departamento de Nariño, con 119 registros. Le siguió Antioquia con 93, Bogotá con 75, Valle del Cauca con 75 y Cauca con 72. Lo de Nariño es preocupante si se toma en cuenta la proporción de casos con respecto a la población general de esa región, lo que arroja una tasa demasiado elevada, pero en general, debido al incremento exagerad, es necesario despertar una mayor consciencia del peligro. Debe entenderse, además, que ninguna pólvora es inofensiva: el 28,6% de las quemaduras fue con totes, el 26,4% por voladores, el 10,2% por cohetes, y el 34,8% restante está distribuido en otro tipo de artefactos, incluidas las chispitas mariposas.
Así que está pendiente la tarea de evitar la pólvora durante las épocas navideñas y de Año Nuevo, y lograr resultados efectivos de reducción en las lesiones. Es realmente preocupante que, en lugar de mejorar, estemos peor ahora, y eso requiere políticas nacionales más consistentes, así como réplicas más decisivas en las regiones, en lo cual Caldas no puede sentirse exento.