El Índice Departamental de Internacionalización (IDI), con el que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo mide la manera en que las regiones de Colombia se relacionan con otros países y continentes, deja un resultado muy positivo para Caldas, pero con el sabor agridulce de la evidencia de que todavía estamos en pañales en cuanto a las posibilidades de tener una relación más cercana con el resto del mundo.
Es motivo de celebración que, solo superados por Bogotá (5,77 puntos), Caldas esté a la cabeza de ese indicador, incluso por encima de Antioquia, Valle del Cauca, Atlántico y Santander, que en este tipo de mediciones podría considerarse que tienen ventajas. Sin embargo, el hecho de que la calificación de Caldas sea de 4,98 puntos de 10 posibles, evidencia que hay muchas variables que tienen una considerable oportunidad de mejora, para poder decir que en verdad tenemos un gran trabajo de internacionalización.
Esta medición, que se hace por primera vez, y que analiza 57 aspectos específicos, debe convertirse en la brújula de muchos procesos que actualmente se ejecutan de manera más intuitiva que estratégica, y generar una política pública con la activa participación del sector privado, con el propósito de avanzar más rápido y no solo consolidarse en la cúpula de las estadísticas, sino acercarse a las metas más altas en todo tipo de aspectos. En el mundo globalizado de hoy es fundamental poderse relacionar sin obstáculos con el resto del mundo y obtener beneficios palpables de dicha interacción.
Así es posible avanzar más rápido en materia de competitividad, innovación, uso de tecnologías y en el fortalecimiento de su comercio exterior, que se reflejen en realidades económicas, pero que también aproveche las fortalezas que tenemos en la región, como el turismo, la educación superior, el medioambiente y, en general, todos aquellos aspectos que nos pueden llevar a destacarnos no solo en el ámbito colombiano, sino en Latinoamérica y el resto del mundo.
Un punto esencial en esta materia es el bilingüismo, sobre todo contar con una estrategia masiva de aprendizaje del inglés, para poder relacionarnos más fácil con los países más desarrollados y que la internacionalización se decante en resultados palpables de beneficio para los caldenses. Ahora bien, esto sería más fácil si desde el ámbito nacional se trabaja más a fondo para internacionalizar más al país en todos los aspectos. Lo ideal es que pronto todas las regiones de Colombia alcancen calificaciones más cercanas a la meta de 10.
Esta medición deja claro que los principales desafíos para Caldas son diversificar la canasta exportadora, conseguir más clientes en el extranjero, empezar a exportar en zonas francas, aumentar los programas de bilingüismo de manera presencial, aprovechar mejor todos los Tratados de Libre Comercio, insertarse a las cadenas globales de valor, incentivar la inversión extranjera e invertir más en tecnología e innovación para aumentar la productividad en las empresas. Esa es la ruta que debemos fortalecer ahora.