De los siete peajes que tiene la concesión Autopistas del Café en el Eje, cinco están en Caldas. De los cuatro de la concesión Pacífico Tres, uno está en territorio caldense y dos, el de Irra (Risaralda) y el de Supía (en jurisdicción de Antioquia), obligatoriamente se deben pagar para llegar a municipios del occidente o a Medellín. También está el del Invías en San Clemente (Risaralda), vía a Riosucio por la otra carretera que lleva al occidente caldense. Total, nueve peajes para un departamento pequeño, al que tampoco se le concede la posibilidad de tener un aeropuerto digno y en mejores condiciones, al que se le han negado obras viales para mejorar su conectividad, desde las concesiones o desde el Gobierno nacional.
No se justifica entonces que se haya aumentado excesivamente el miércoles el valor en la caseta Supía con incrementos de entre 21,9% y 158,77%. Lógicamente las protestas de los camioneros no se hicieron esperar ese día, y aunque Pacífico Tres no dio nunca explicaciones técnicas de esta alza, en horas de la noche emitió un comunicado indicando que suspendía por el momento los aumentos. El Gobierno, a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), debe informar por qué autorizó subir por segunda vez en menos de seis meses los valores en este peaje.
La historia se repite con esta concesión. En enero del año pasado también hubo protestas y bloqueos en el trayecto Manizales-Medellín por alzas y a pesar de que el Gobierno había hablado de congelamiento en los peajes. Pacífico reversó la decisión y volvió a los precios del 2022. Aquí ya se padeció durante años transitando por una carretera en construcción, que obligó a soportar pares y sigas que alargaron excesivamente los tiempos de viaje. Ahora con una vía ampliada, que es lo que se tiene, no una 4G ni una doble calzada en ambos sentidos, no se justifica tener que pagar tasas tan altas.
Un peaje es un tributo que se hace por el uso de un bien público para que otro desarrolle vías modernas, seguras y en óptimas condiciones; pero en Caldas no parece aplicar por completo. La Gobernación y la Asamblea entendieron que no podían seguir impactando la movilidad, la conectividad y la competitividad de la región y desde enero de este año eliminaron por ordenanza los dos peajes que tenía el Departamento en la Quiebra de Vélez y en La Estrella (vía a Neira). Así lo debería estar pensando el Gobierno nacional en apoyo a Caldas, justamente ahora que está por terminarse la concesión Autopistas del Café, con la que tenemos el grueso de los peajes.
En Caldas sabemos que los peajes se necesitan para mantener vías en buenas condiciones y servicios, pero otra cosa es que ya la región ha pagado muchísimo dinero en esta cantidad de casetas que tenemos, sin recibir obras, con daños viales en ciertos puntos que llevan años así y todavía con tramos que no son en doble calzada. Este departamento requiere que el Gobierno ayude a reducir estos impactos, no que aumente más los costos, y que exija a las concesiones obras viales en esta región. No estamos para seguir pagando tanto peaje y mucho menos más costosos.