El presidente insiste en el acuerdo nacional, pero si quiere consolidarlo debe evitar recaer en demagogia. Como cuando asegura que con la reforma pensional 500 mil personas de más de 80 años se beneficiarán de un bono pensional.
Villamaría es sede hoy del Congreso Nacional de Reactivación Económica convocado por la Presidencia de la República, dirigido a buscar voluntades, especialmente privadas, para la revitalización del país bajo la sombrilla de seis grandes áreas: vivienda; infraestructura; transición energética; fomento agropecuario; industrialización y turismo; empleo, innovación y sostenibilidad. Llegará para la clausura el presidente Gustavo Petro, y en el desarrollo del evento estarán ministros y directores de primer nivel explicando lo que propone el Gobierno e invitando a la firma de acuerdos y compromisos colectivos.
Es un ejercicio indispensable para lo que debería venir en esta segunda etapa del periodo presidencial, porque la primera no fue buena, así se quiera hacer ver que el país va bien, como expresó el presidente en su alocución del miércoles. Se sintió desafiante al decir: “Hemos sido muy responsables en el manejo de nuestra economía para mantener el grado de inversión y la credibilidad en los mercados, lo hemos logrado”. Riñe con quienes sustentan que la economía sigue en serias dificultades y que este ha sido un Gobierno que ha gastado de más en burocracia, 9,5 billones de pesos en el último año.
Indiscutible es que en todo gobierno hay logros. El presidente destacó un listado del que se puede rescatar el interés de fortalecer tres corredores férreos en el país, entre los que está La Dorada-Chiriguaná que beneficia a Caldas, o haber tomado la decisión inaplazable para Colombia de eliminar el subsidio a la gasolina; bastante impopular y que afecta a todas las clases sociales, pero que se requería porque es cierto cuando dice que no se podía seguir comprando gasolina cara para venderla más barata, como hicieron gobiernos anteriores. Eso le dejó al país un déficit de unos 40 billones de pesos que estamos pagando los colombianos.
El presidente insiste en el acuerdo nacional, pero si quiere consolidarlo debe evitar recaer en demagogia. Como cuando asegura que con la reforma pensional 500 mil personas de más de 80 años se beneficiarán de un bono pensional de 225 mil pesos mensuales y que el año entrante lo recibirán 3 millones. Este pago proviene del presupuesto nacional y sigue siendo un subsidio -en anteriores gobiernos se llamaba Colombia Mayor y era de 80 mil pesos-. Para acordar, también sería muy conveniente reconocer que la génesis de algunos logros viene de sus antecesores, como la reducción de la pobreza y de la deforestación en el país. El adanismo tampoco sirve para establecer alianzas.
La situación del país lleva al presidente a afirmar que la corrupción ha permeado hasta el Gobierno. Todos esperamos que cumpla con su anuncio de sacar a cualquiera que, así sea por sospecha, haya robado un peso del pueblo. Ocuparse seriamente de sanear dependencias del Estado a las que llegó este flagelo es otra condición para acercar a quienes se alejaron porque no comulgan con estas prácticas, ni con quienes las protagonizan. No será fácil, hay conciencia de que el remate presidencial es lo más duro. En manos del Gobierno está reconocer los errores y que las cosas cambien para alcanzar las metas.